‘Moose’, así se llama el perro que nació sin una parte de su cerebro, tiene su cráneo deformado y una ‘extraña’ mordedura inferior, por eso su dueña manifiesta que es un “milagro” y es “el más feliz del mundo”.
Jennifer Osborne, su dueña de 26 años oriunda de Ohio, decidió llevárselo en 2016 por miedo a que fuera sacrificado o abandonado. Ella descubrió que el aspecto del canino era diferente a todos, asimismo, tenía una serie de problemas que empezaron a notarse a partir de los seis meses.
“Sabemos que la fosa nasal de ‘Moose’ fue empujada hacia el cráneo, lo que cambió la mordida inferior, deformó el cráneo y su mente, y también tiene problemas oculares. Con toda probabilidad fue cuando estaba dentro del útero”, manifestó Osborne.
Luego de 2018, ‘Moose’ comenzó a tener convulsiones y ahora debe tomar medicamentos para disminuir los episodios.
Pero eso no es todo, en lo que lleva de vida a ‘Moose’ le han hecho varios exámenes los cuales han determinado que le faltan componentes de su mente “en particular de la mitad que le ayuda a oler”, explicó la dueña.
“La parte delantera de su cerebro también está aplastada. Solo el área frontal de su cerebro está afectada y es probable que sus convulsiones empeoren, pero su neurólogo no se imagina que eso le acortará la vida”, contó Osborne.
Jennifer disfruta al máximo compartir con ‘Moose’, lo viste con corbatas o anteojos, le hace fotografías que publica en su cuenta de Instagram donde tiene casi 100 mil seguidores. “Es asombroso y una bendición en mi vida. Es el perro más feliz que conocí y le agradezco”, declaró a medio internacionales.
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