Keisuke Aiso es un escultor japonés autor de la terrorífica escultura que fue usada por terceros para darle cara al juego suicida viral “Momo”, afirmó haberla destruído por lo que “la maldición se ha ido” y los niños no deben temerle más, dijo a The Sun en su taller en Japón.
“Los niños pueden estar tranquilos, Momo está muerta, no existe y la maldición se ha ido”, dijo Aiso, de 46 años, al medio.
“Ya no existe, nunca fue destinada para que durara. Estaba podrida y la tiré lejos”, apuntó, afirmando que solo conserva el ojo izquierdo porque pretende volverlo a usar.
También destacó que aunque le desagrada que tantos niños se hayan asustado con la escultura, afirmó sentirse satisfecho con la repercusión mundial que tuvo, ya que esta no era uan obra maestra.
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