
En Atlanta (Estados Unidos) LaShirley Morris y su hermana Glenndria, de 27 y 25 años respectivamente, están acusadas de matar a golpes al pequeño, todo porque se comió un cupcake.
Según la policía y los medios locales, la familia señaló que el menor había muerto ahogado, pero la autopsia reveló que falleció debido a “un trauma de fuerza contundente”.
Las mujeres dijeron que las lesiones que presentaba el menor se debían a que habían tratado de realizar RCP y en la desesperación golpearon el cuerpo del pequeño, según recoge el medio Ledger-Enquirer.
Según las investigaciones se determinó que tras comer el pastel sin permiso, una de las hermanas tomó un bate y golpeó en la cabeza al pequeño, mientras que la otra le daba palmadas en la nalga.
Las mujeres ahora enfrentan una acusación por homicidio agravado y podrían pagar cadena perpetua.
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