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Salen a la luz los secretos más escabrosos y oscuros de la Mansión Playboy

Un cofre de Pandora, o la “caja negra” de la Mansión Playboy fue destapada tras la muerte de su fundador, el millonario Hugh Hefner y ahora, se conocen los secretos más retorcidos que allí ocurrieron. Según cita el portal Infobae, fue el mismo Stefan Tetenbaum, valet personal de Hef, quien decidió hablar públicamente sobre las […]

Publicado por: SoloDuque

Captura tomada de Instagram: @hughhefner
Captura tomada de Instagram: @hughhefner

Captura tomada de Instagram: @hughhefner

Captura tomada de Instagram: @hughhefner

Un cofre de Pandora, o la “caja negra” de la Mansión Playboy fue destapada tras la muerte de su fundador, el millonario Hugh Hefner y ahora, se conocen los secretos más retorcidos que allí ocurrieron.

Según cita el portal Infobae, fue el mismo Stefan Tetenbaum, valet personal de Hef, quien decidió hablar públicamente sobre las aterradoras “Noches Puercas” que organizaba su jefe, en las que participaban prostitutas y los hombres más populares de aquel entonces.

Todo esto sucedía en aquella mansión que era vista por muchos, como el refugio para poner a volar los deseos y la imaginación con el fin de cumplir sus fantasías más salvajes.

Hoy, quien era el valet personal de Hef es escultor y vive en California, donde lleva una vida diferente a la que tuvo cuando compartía con el fundador de Playboy.

Según contó, Hugh demandaba tener siempre servida una Pepsi a la temperatura “perfecta”, además de tener que limpiar sus juguetes sexuales luego de ser utilizados.

El hombre que le reveló toda esta información a The New York Post, dijo que la mayoría de veces Hef solo se limitaba a ver lo que ocurría a su alrededor, y que pocas veces tenía sexo con las bellas mujeres que pasaban cada noche por su casa.

Al parecer, Hugh estaba interesado en tomar un papel voyeurista y disfrutar desde el sillón.

Eran tremendas las orgías que se desarrollaban en estas fiestas, pero mientras esto sucedía, Hef disfrutaba de fumar marihuana y saborear dulces de regaliz.

El ahora escultor dijo que una de sus funciones más terroríficas era escoltar a las mujeres fuera de los cuartos, afirmando que en muchos casos, no podían caminar por cuenta de la intensidad de actos sexuales.

El hombre afirmó que ellas recibían bonos de parte del millonario en compensación por su participación.

También reveló que tras finalizar el encuentro, él debía coordinar las empleadas domésticas de la limpieza de los diferentes juguetes sexuales, los cuales debían ser lavados y esterilizados en un sótano antes de ponerlos en un compartimiento secreto en la habitación de Hef.

Tetenbaum reveló que Hugh grababa todos los encuentros con dos cámaras sobre su cama, videos que se podían transmitir a dos enormes pantallas al otro lado del cuarto.

Tenía una videoteca completa con estos encuentros, protagonizados por diferentes empresarios y celebridades, material que pensaba utilizar a su favor en el momento en el que alguno intentara incomodarlo.

El escultor dijo que toda la mansión estaba monitoreada y hasta las líneas de teléfono estaban “chuzadas” para tener control absoluto de lo que allí pasaba.

Destacó que Hef “no era una persona agradable y que, probablemente, nunca se aprendió su nombre”.

También reveló que el creador de Playboy era hipocondriaco, y que tenía un menú específico para cuando se sentía enfermo, que consistía en su Pepsi (que si no estaba perfecta, la lanzaba por el aire), una sopa Cmpbell’s de pollo con fideos y los chocolates M&M’s.

Pero esto no es lo escalofriante… Según dijo el escultor, las drogas eran protagonistas en sus fiestas, como la cocaína, y dijo que Hef maltrataba a “sus chicas”.

Tetenbaum afirmó además que Hugh se aseguraba de que todas tuviesen implantes en los senos, cosa que a finales de la década del 70 no era segura como hoy en día. Las chcias sufrían movimientos indeseados en los senos y en algunos casos, las siliconas explotaban, lo que generaba un tremendo dolor y riesgos de salud.

El hombre destacó que el dueño Playboy las enviaba al hospital para ser descartadas y reemplazadas por nuevas chicas, dispuestas a todo por parte de Hef.

“No le importaban, para él eran descartables”, afirmó Tetenbaum, quien destacó “no haber sentido nada” cuando se enteró de la muerte del millonario.

“Comenzó siendo un innovador, un hombre liberal a favor del aborto, los derechos gays y la marihuana. Cuando se mudó de Chicago a Holmby Hills se convirtió en otro sucio viejo rico” compartió.

Author Signature
Sonia López

publicista, mercadotecnóloga y community manager, mi pasión es entrelazar estrategias creativas con el poder de la comunicación para ayudar a las personas y contar sus valiosas historias.


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