La Barca de Calderón

¿Dónde está el veedor?

En días pasados acogimos en esta columna, a mero título informativo, una carta remitida por el vicepresidente del Directorio Nacional Conservador Lucas Cañas al veedor de esa colectividad Jaime Mejía Ossa.

En la misiva, “San Lucas” (como le dicen en la sede azul del bogotano barrio La Soledad), le pedía insistentemente a la veeduría de su partido interesarse en las publicaciones que ha venido haciendo el diario El Colombiano en relación con las actividades presuntamente ilícitas atribuidas a Álvaro Vásquez, ex liberal y ahora inscrito como candidato conservador a la Gobernación de Antioquia. Hasta la mañana del miércoles no se conocía respuesta alguna a la ninguneada petición de Cañas.

Un pasado transparente.

Un contertulio le recordó al Barquero que en épocas pretéritas en cabeza de líderes de la talla de Laureano Gómez, Álvaro Gómez, Misael Pastrana, Gilberto Alzate Avendaño y Fernando Londoño estas cosas no eran toleradas, ni pasaban desapercibidas.

Con razón los conservadores rasos lamentan que su Partido haya terminado como vergonzoso administrador de los bienes del narcotráfico, desde un motel. “Qué “lunar” tan grande tiene el otrora glorioso Partido. ¿Hasta cuándo?

La indignación caracolera.

Están que trinan Hernán Peláez Restrepo y Gustavo Álvarez Gardeazabal, cabezas visibles de La Luciérnaga, porque los “sapió” innecesariamente el gobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos ante el presidente de Caracol, Ricardo Alarcón.

Lo que ha indignado al binomio caracolero es una carta que el mandatario paisa dirigió a Alarcón, tratando de rectificar un comentario sobre el alto riesgo que corren las fuentes de agua pura que bañan de manera natural a Santa Elena, el Jardín de Medellín, de donde parte anualmente el vistoso Desfile de Silleteros, en caso de que se construya el pretendido Túnel del Oriente que está empeñada en sacar avante la saliente administración departamental.

El resbalón de Ramos.

Con esta salida en falso, el gobernador Ramos se ha puesto en contra de Gardeazabal, la lengua más brava de la radio colombiana.

En La Alpujarra, sede de la administración departamental, se dice que al mandatario le pusieron en el piso 12 una cáscara de “banano” y la pisó. El resbalón fue grande.

La causa del binomio vallecaucano tiene el apoyo irrestricto, en Medellín, del paisa Pascual Gaviria, quien interviene en La Luciérnaga desde la Jerusalén del Aburrá.

La Barca supo que Ramos trató de conciliar con Gardeazabal, pero ya era demasiado tarde: cuando entró su llamada a Tuluá, la carta censuradora ya era conocida por medio país. No había nada que hacer.

Silla giratoria.

Esta noche, en La Barbería de Cablenoticias, estará el ex gobernador y senador en ejercicio Eugenio Prieto. Podemos adelantar que el invitado a la peluquería hablará en detalle de las que llama “las andanzas del buen gobierno de la Contraloría departamental que audita, supuestamente, al gobernador Ramos”.

El congresista liberal dirá que el Contralor de Antioquia no tiene autoridad moral para investigar a los dos gobernadores que antecedieron a Ramos.