El debate del concejo de Medellín este jueves se concentró en la situación de los cerros tutelares de la ciudad. La inseguridad y el abandono son las situaciones que más preocupan a los corporados, quienes pidieron más inversión y más respeto para estos espacios que reciben cada vez menos visitantes.
Invasiones y construcciones sin las autorizaciones correspondientes constituyen otra de las problemáticas que enfrentan los cerros. En el caso del cerro de las Tres Cruces y el cerro El Picacho, “para nadie es un secreto que están siendo invadidos”, comentó el concejal Fabio Rivera.
Los incendios forestales, causados por las condiciones del clima, la inadecuada disposición de los desechos o por personas con conductas pirómanas, son también una amenaza. Solamente en el cerro El Volador, en 2016 hubo 18 incendios que acabaron con 13 hectáreas.
Además de El Volador, el Cerro Nutibara y el Cerro de las Tres Cruces continúa llamando la atención de los corporados, de una manera particular.
El primero presenta fallas estructurales que están siendo analizadas por la administración municipal, que anunció un plan de intervención con el propósito de mejorar sus condiciones, así como revivir el teatro Carlos Vieco, escenario icónico de la escena cultural paisa que permanece abandonado y con graves falencias en temas de seguridad y sanidad.
El respecto, el concejal Santiago Jaramillo dijo que espera que la Alcaldía le exponga con prontitud a la ciudad el proyecto de recuperación, e invitó a los músicos y artistas a estar vigilantes con relación a las inversiones que la Administración va a proponer para el Vieco.
Jaramillo, proponente del debate, también alertó sobre el Cerro de las Tres Cruces, espacio que pertenece a un privado y que debería ser propiedad del municipio. “Es un espacio de peregrinaje deportivo y debe pertenecer a los habitantes de Belén y a todos los medellinenses”, aseguró.
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