Desayuno, energía vital

Minuto30.com-. Omitir el desayuno en regímenes para bajar de peso es equivocado, pues el cuerpo pierde energía y puede que luego se busquen comidas más abundantes para mitigar el hambre.

El desayuno es el encargado de brindar todos los nutrientes que el organismo necesita para funcionar de manera óptima, durante el transcurso del día. Después de un largo periodo de tiempo sin consumir alimento alguno, esta comida favorece el metabolismo y el buen rendimiento mental y físico.

Se debe consumir, en lo posible,antes de las ocho de la mañana, señala Claudia Patricia Mancera, nutricionista del programa de obesidad de MedPlus; esto con el fin de evitar alteraciones propias del ayuno, “como aumento en la producción y reservas de grasas, cambios desfavorables en el metabolismo lipídico (triglicéridos), disminución de las reservas de masa muscular, variación en los niveles de glucosa sanguínea –que generan síntomas como dolores de cabeza, mareo, debilidad y falta de concentración–”.

¿Por qué desayunar bien?

La nutricionista Diana Patricia Bernal da algunas razones que debemos tener en cuenta para no omitir la primera comida del día:

•Mejora el estado nutricional; contribuye al balance de energía y nutrientes (calcio, hierro, magnesio, vitaminas del grupo B), en particular de los niños, ya que están en pleno crecimiento y desarrollo.
• Aumenta el rendimiento físico. Si se realiza ejercicio sin tomar desayuno puede presentar fatiga o tener un desmayo por falta de energía.
• Aumenta la concentración y la memoria. Un desayuno equilibrado aporta glucosa, el alimento del cerebro, por lo que mejora la memoria, la concentración y la creatividad.
• Da alegría y buen humor. La glucosa (que está baja tras toda la noche de ayuno) también mejora el funcionamiento del sistema nervioso.
• Es un buen hábito. Se debe acostumbrar a los niños, desde pequeños, a levantarse con tiempo suficiente para tomar un buen desayuno, junto con la familia, pues los padres son los encargados de dar ejemplo.

El largo ayuno, puede ocasionar elevación del ácido úrico y crisis gotosas (dolores intensos en articulaciones), síntomas gastrointestinales como náuseas, dolor epigástrico, y estreñimiento, entre otros, explica.

Para la nutricionista Diana Patricia Bernal, después de un ayuno prolongado es necesario, además, el aporte de proteínas –alimentos constructores de tejidos–, ya que están formadas por aminoácidos, elementos que cumplen funciones vitales en el organismo: ayudan a equilibrar el azúcar en la sangre, forman órganos y tejidos, proporcionan componentes básicos necesarios para la salud del cerebro, como es la síntesis de neurotransmisores.

El aporte de proteína, incluso, aumenta la atención y la concentración, necesarias para rendir en el trabajo, el colegio o la universidad, añade la experta. Favorece la actividad mental óptima, el estado de ánimo equilibrado y el estable con predominio de masa muscular.

“La melatonina y serotonina son hormonas antidepresivas del cerebro, aumentan durante la noche y el pico más alto es al amanecer, y consumir proteínas en el desayuno favorece, entre otras cosas, que se mantengan en niveles altos”, explica Bernal.