Resumen: El Comité Disciplinario de la FCF sancionó al Junior de Barranquilla con una multa de $11.388.000 y la suspensión parcial de las tribunas Norte y Sur por una fecha, debido al uso de pirotecnia que obligó a detener el partido de ida de la final ante Deportes Tolima durante más de cuatro minutos. Aunque el club argumentó haber cumplido con los protocolos de seguridad y solicitó la exoneración, el Comité desestimó la defensa al reiterar la responsabilidad del equipo local sobre la conducta de sus espectadores y el ingreso de objetos prohibidos. La sanción, que contó con un atenuante por falta de antecedentes recientes, deberá cumplirse en el próximo encuentro del Junior como local, manteniendo sellados los sectores afectados.
El Comité Disciplinario del Campeonato de Fútbol Profesional emitió una sanción oficial contra Junior tras los incidentes registrados durante el partido de ida de la final de la Liga BetPlay 2025-II frente al Deportes Tolima.
La resolución establece una fecha de suspensión parcial de la plaza, afectando específicamente a las tribunas Norte y Sur del estadio, además de una multa económica de $11.388.000 pesos, equivalentes a ocho salarios mínimos mensuales legales vigentes.
Los hechos que motivaron el castigo ocurrieron al minuto 7 del encuentro, cuando seguidores del equipo local activaron elementos pirotécnicos tras el primer gol del Junior.
Esta acción generó una densa nube de humo que obligó a los oficiales a suspender el partido por un lapso de cuatro minutos y treinta segundos, debido a la falta de visibilidad en el terreno de juego.
El Comité fundamentó su decisión en los numerales 1, 4, 5 y 6 del artículo 84 del Código Disciplinario Único (CDU) de la FCF, los cuales regulan la responsabilidad de los clubes por la conducta impropia de sus espectadores y el uso de objetos inflamables.
Durante el proceso, el Junior de Barranquilla presentó descargos reconociendo la activación de las bengalas, pero solicitó el archivo de la investigación o una sanción mínima.
El club argumentó que había cumplido con todas las medidas preventivas, incluyendo reuniones de seguridad con la Alcaldía y compromisos firmados con las barras organizadas.
La defensa del equipo sostuvo que, a pesar de su diligencia, era “imposible” impedir la conducta individual de algunos aficionados y que el incidente fue atendido rápidamente sin afectar la integridad de los asistentes.
Sin embargo, el Comité Disciplinario desestimó la solicitud de exoneración, aclarando que, según la normativa vigente, el club local es el garante de la seguridad y debe impedir el ingreso de objetos prohibidos.
Aunque se valoró como atenuante que el club no tiene antecedentes previos por la misma conducta en la actual competencia, el ente rector enfatizó que la interrupción del juego constituye una afectación real al espectáculo deportivo.
Por ello, la sanción deberá cumplirse en el próximo partido donde el Junior oficie como local, manteniendo los sectores sancionados totalmente sellados y sin acceso al público.
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