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Resumen: La temprana eliminación de Atlético Nacional de la Liga BetPlay generó una gran controversia en redes sociales, donde la afición, especialmente los seguidores del equipo, exigieron la destitución del técnico Javier Gandolfi. A pesar de la presión, Gandolfi, quien fue contratado por dos años y no por objetivos, parece no tener intenciones de renunciar, lo que ha decepcionado a los hinchas. Bajo su dirección, el equipo ha mostrado un rendimiento deficiente tanto de local como de visitante, perdiendo la fortaleza que lo caracterizaba y alejándose del "ADN ganador" que los aficionados esperan, a diferencia del corto pero exitoso paso de Efraín Juárez.
Luego de la eliminación anticipada de Atlético Nacional de la Liga BetPlay, las redes sociales explotaron.
Por un lado medio país cargando contra los seguidores del verde paisa, una de las tradiciones más arraigadas entre aficionados.
Por otro lado las redes se estallaron con los hinchas del más veces campeón, que al unísono, pidieron la salida del técnico verdolaga Javier Gandolfi.
Hasta ahora la expectativa se centra en lo que comuniquen las directivas del ‘Rey de copas’ que, por estos días, han estado en un silencio expectante.
El que sí se pronunció sobre la posibilidad de salir del equipo, fue Javier Gandolfi, sin embargo, no dijo exactamente lo que los hinchas esperaban.
El estratega argentino, dijo que no fue contratado por objetivos sino por dos años, con lo que prácticamente anunció que no se va.
El equipo que dirige el argentino, en cuadrangulares, solo ganó un juego, empató dos y perdió 2.
Con Gandolfi el estadio Atanasio Girardot dejó de ser el fortín al que los rivales le temían partido tras partido.
Adicionalmente, bajo la dirección del argentino, Atlético Nacional se vio débil, temeroso y sin ambición en los juegos en condición de visitante.
La fría estadística podría decir que los números de Gandolfi son aceptables, pero el ADN del equipo se está derrumbando de nuevo, algo que los hinchas no están dispuestos a soportar.
Muchos, claramente, querían ver un equipo que se comportara como el de Efraín Juárez que, en medio de mil polémicas, supo transformar las dificultades en fortalezas para al final quedarse con tres títulos en 58 días.
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