CAV Hidroituango de EPM: un refugio para la fauna silvestre en las montañas antioqueñas

Entre las imponentes montañas de Antioquia se encuentra un lugar dedicado al cuidado de la vida silvestre: el Centro de Atención y Valoración (CAV) de fauna silvestre del proyecto hidroeléctrico Ituango. Este espacio cumple una labor fundamental al ofrecer atención médico-veterinaria especializada a animales que se ven afectados por las distintas actividades del proyecto. Allí se reciben especies heridas, desplazadas o vulnerables, brindándoles una segunda oportunidad para sobrevivir y, en muchos casos, ser devueltas a su hábitat natural.

El CAV no solo atiende animales relacionados con el desarrollo del proyecto hidroeléctrico, sino también aquellos que son rescatados por otras entidades como Corantioquia. A través de este esfuerzo conjunto, se ha logrado recibir y atender a cerca de 800 individuos, muchos de ellos víctimas del tráfico ilegal, colisiones con vehículos o encuentros fortuitos con pobladores. La labor del CAV es clave para mantener el equilibrio de los ecosistemas que están siendo intervenidos por las obras del proyecto.

Uno de los momentos más significativos para el equipo del centro fue el rescate de especies durante el llenado del embalse. Muchos animales eran neonatos o polluelos que requerían cuidados extremos y crianza artificial. A pesar de su fragilidad, el compromiso y la dedicación del personal permitió que muchos de ellos sobrevivieran y fueran liberados exitosamente. Este proceso reflejó la vocación y entrega del equipo por preservar la biodiversidad local.

Además de la atención directa a los animales, el trabajo del CAV representa una responsabilidad y un orgullo profesional para quienes lo integran. Participar en un proyecto que busca generar energía y, al mismo tiempo, proteger la vida silvestre es un gran reto que exige sensibilidad ambiental y conocimientos técnicos. La experiencia en el CAV demuestra que el desarrollo puede ir de la mano con el respeto por la naturaleza.

Empresas Públicas de Medellín (EPM), a través de este centro, reafirma su compromiso con el planeta. En sus 70 años de historia, ha buscado transformar vidas no solo mediante el desarrollo de infraestructura energética, sino también a través de iniciativas que promueven la conservación ambiental. El CAV se convierte así en un verdadero santuario natural y un símbolo del equilibrio entre progreso y sostenibilidad.

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