La protesta campesina del Catatumbo se enreda tras dos semanas de paro

Los campesinos del Catatumbo exigieron hoy al Gobierno colombiano que instale una mesa de negociación en esta región del noreste del país porque su intención es mantener la movilización iniciada hace dos semanas “hasta que se implementen los acuerdos” a los que se llegue con las autoridades.

La protesta congrega unos 14.000 campesinos de la zona del Catatumbo, de los cuales 10.000 se han congregado en Ocaña, la segunda ciudad del departamento de Norte de Santander, y 4.000 en Tibú, un importante zona petrolera. EFE/Archivo

Los campesinos comenzaron la movilización para reclamar que se suspenda la erradicación de cultivos ilícitos y se implanten proyectos productivos, así como la creación de una zona de reserva campesina y el respeto a los Derechos Humanos en la región.

La protesta congrega unos 14.000 campesinos de la zona del Catatumbo, de los cuales 10.000 se han congregado en Ocaña, la segunda ciudad del departamento de Norte de Santander, y 4.000 en Tibú, un importante zona petrolera.

En ambas ciudades los manifestantes mantienen bloqueadas desde hace días carreteras hacia Cúcuta, la capital del Norte de Santander y en Ocaña está cerrado el paso en la vía que conduce a la costa Atlántica y a municipios vecinos.

“Los campesinos se quieren sentar ya”, dijo a Efe César Jerez, uno de los portavoces de los campesinos, quien agregó: “pero no vamos a ir ni a Cúcuta, ni a Bogotá, queremos que el Gobierno venga a Tibú”, que es uno de los focos de la protesta en el Catatumbo.

Advirtió, además, de que “la movilización se mantiene hasta que se empiecen a implementar los acuerdos”.

El Gobierno recibió hoy en Bogotá al gobernador del Norte de Santander, Édgar Díaz, y a los alcaldes de la región del Catatumbo, para abordar la problemática.

Antes de entrar a la reunión, Díaz pidió al Ejecutivo del presidente Juan Manuel Santos que dialogue con los campesinos.

El portavoz de los campesinos expresó estas exigencias cuando se cumplen dos semanas de protestas, que este sábado se cobraron las dos primeras víctimas mortales entre los campesinos por disparos efectuados, al parecer, por la fuerza pública.

El presidente Santos había acusado el día anterior a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de haber “infiltrado” las protestas campesinas y había ordenado a las Fuerzas Militares de “implantar el orden” en la zona.

Esa acusación la reiteró hoy el director de Seguridad Ciudadana de la Policía, el general Rodolfo Palomino, al afirmar que en las protestas “hay metidos explosivistas de las FARC que obligan a los campesinos a manejar estos artefactos”.

Jerez calificó estas acusaciones de “señalamientos” y dijo que esto es lo único que reciben del Gobierno, ya que hace cinco días que el Ejecutivo nacional no tiene comunicación con los campesinos. Bogotá, 24 jun (EFE)