91 presos en una cárcel de Venezuela se declararon en huelga de hambre

91 presos de un calabozo policial del Cuerpo de Investigaciones Científicas (CICPC) se negaron a recibir comida que les llevaban sus familiares por la falta de agua potable.

Según la ONG, las familias y funcionarios deben de pagar por el suministro de agua que cuestan entre 35 y 40 dólares estadounidenses.

Explicaron que el camión que transporta el agua potable no llegó a la sede de CICPC por “escasez de gasolina”.

Además, los presos denunciaron, que las autoridades los sacaron de sus celdas al patio mientras estaba lloviendo, y les sacaron varias de sus pertenencias hasta los colchones, que las familias con mucho esfuerzo compraron.

En estos calabozos muchos presos están de paso para ser trasladados a cárceles, pero esta acción no está siendo ejecutada. Provocando un gran problema en el hacinamiento en el centro de detención.

Según la ONG Una Ventana a la Libertad informó que, en 2022, el hacinamiento en los calabozos fue del 33,55%

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