La ahora ex modelo coreana Hang Mioku estaba tan obsesionada con las cirugías estéticas que llegó al grado de que los médicos se negaron a realizarle más, fue por ello que ella misma comenzó a inyectarse… ¡aceite de cocina en la cara!

Tan desfigurada quedó que ni sus padres podían reconocerla y los niños de su colonia se burlaban de ella, pues su cabeza era demasiado grande para su pequeño cuerpo. A pesar de las operaciones a las que se ha sometido, su cara sigue gravemente desfigurada.
El caso de la ex modelo se dio a conocer cuando asistió a un programa de televisión a presentar su caso, con el fin de pedir ayuda a los televidentes para poder pagar las costosas cirugías reconstructivas.
Tan sólo en la primera cirugía, de 10 que se le han practicado, se le extrajeron 60 gramos de silicona, aceite y otras sustancias extrañas que no pudieron ser reconocidas por los médicos, y 200 gramos del cuello.

Rápidamente se obsesionó con tener una piel más lisa y suave y gastaba miles de dólares cada año para costear ‘sus arreglitos’, hasta que los médicos vieron que su rostro ya comenzaba a deformarse por las cirugías y se negaron a realizarle más operaciones.
Luego de la negativa, los médicos le sugirieron que se tratara de manera psicológica, pero ella se negó y buscó la manera de continuar con sus transformaciones.
Actualmente Hang Mioku trabaja en una taller de reciclaje, ya que su carrera como modelo quedó devastada.
Con información de tvnotas.com
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