¡A la carga!
El pasado 9 de abril se conmemoraron los 75 años del magnicidio de Jorge Eliecer Gaitán. Dirigente popular, infatigable luchador social y fuente de inspiración para generaciones de liberales que hemos encontrado en su histórico legado un motivo para ingresar a la política y luchar por un país con justicia social. Es un legado que perdura con el pasar de las décadas y que hoy, cuando el presidente Petro viene impulsando una ambiciosa agenda de transformaciones sociales, está más vivo que nunca.
Personalmente, en Gaitán encuentro la verdadera esencia del liberalismo, ya sea en su paso por la Alcaldía de Bogotá, en sus debates como representante en el Congreso de la República o en su oficio como litigante, Gaitán siempre se caracterizó por su profunda sensibilidad social y apego a los menos favorecidos. Así, se logró conectar con el sentir de millones de colombianos que vieron en sus ideales los motivos de esperanza para alcanzar un gobierno genuinamente popular y alejado de los intereses de una mezquina oligarquía partidista.
Sin embargo, ese sueño se vio rápidamente truncado el funesto 9 de abril de 1948. Con el asesinato de Gaitán se inició el Bogotazo y también se activó un ciclo de violencia que no cesó de crecer con los años. Su asesinato agudizó La Violencia e influyó en los orígenes del actual conflicto armado. Son millones de víctimas en un sinfín de guerras que no han parado de desangrar a nuestro país.
Por eso, el 9 de abril, más que recordar el legado político de Gaitán, se conmemora el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas.
Pero el legado político de Gaitán también permanece intangible, más en momentos donde el Partido Liberal se encuentra secuestrado por César Gaviria y su camarilla de incondicionales. Un secuestro extorsivo que lo ha reducido a convertirse en una frívola moneda de cambio al servicio de los intereses personalistas de Gaviria.
No obstante, el auténtico pueblo liberal, el digno heredero de la fuerza del movimiento gaitanista, se hizo sentir en las elecciones presidenciales del 2022 y le dio un portazo a Gaviria, pues con su apoyo masivo a la candidatura de Gustavo Petro demostró que sigue anhelante de los ideales de cambio y transformación social, los mismos que en su tiempo enarboló Gaitán -y que le costaron la vida- y que son centrales en la agenda de transformación del gobierno del cambio.
De ahí que el Partido Liberal no pueda ser inferior a su lugar en la historia y deba recuperar el rumbo. No tiene sentido que el partido que ha liderado algunas de las mayores avanzadas sociales en la historia del país, en el cual se forjó el carácter y las luchas de Gaitán, se convierta en el “palo en la rueda” para sacar adelante las reformas progresistas que buscan beneficiar a millones de colombianos y colombianas, especialmente a los más desprotegidos.
Que este sea un motivo para rememorar las luchas históricas de Jorge Eliecer Gaitán, exaltar su legado y que el auténtico pueblo liberal se haga sentir.
¡A la carga!
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