Antioquia es prioridad electoral para Gustavo Petro. Eso lo saben amigos y detractores del Presidente. ¿La razón? Antioquia se convirtió en la barrera de contención política del proyecto de expansión del Pacto Histórico en el país. Así lo demuestran los resultados electorales del plebiscito del 2016 y las presidenciales del 2022.
Ahora desde el poder presidencial, se han desplegado algunas estrategias que buscan socavar esa resistencia política a la izquierda en el departamento, resistencia que obedece más a una actitud cultural que a una postura política determinada, incluso que a una gestión electoral de caciques políticos.
Entre esas estrategias, manifiestas a través del discurso de los sectores interesados en favor del Pacto Histórico, o del “petrismo” si se quiere, se puede listar la “Uribización” de la discusión acerca del sistema político en el departamento, poniendo en el centro del debate la figura del expresidente del Centro Democrático.
Otra tiene que ver con el encasillamiento de las libertades económicas y el empresariado, poniéndolos como activos del llamado Grupo Empresarial Antioqueño, GEA. Muchos de los males del departamento se los atribuyen a ese conglomerado, pero también hay que decir que de paso golpean a muchos otros sectores empresariales que les son ajenos.
Y otra estrategia va de la mano de agentes políticos con poder en el departamento. En este caso se trata del ex alcalde de Itagüí y actual Senador por el Partido Conservador, Carlos Andrés Trujillo y de Julián Bedoya, que renunció al partido Liberal para poder hacerse a la candidatura con el aval del partido Conservador, cuando su presidencia estaba en manos de Trujillo. Ambos son cercanos ahora al Pacto Histórico.
La mirilla electoral para la gesta del próximo octubre, deja ver con claridad los movimientos de los tres aspirantes a los beneficios del Pacto Histórico y del alcalde de Medellín, Daniel Quintero.
El primero de ellos es Esteban Restrepo, ex Secretario de Gobierno de Daniel Quintero. Exhibe sin dudarlo el papel que le fijó el entonces recién elegido Gustavo Petro para que encabezara la misión de empalme encomendada por el nuevo gobierno en Antioquia. La encomienda le dio visibilidad, al tiempo que espoleó su deseo de ser el elegido para representar las banderas del presidente en las elecciones de octubre, bajo el manto del movimiento Independientes del alcalde Daniel Quintero. Hace pocos días lanzó su candidatura oficial a la Gobernación de Antioquia.
El segundo es Julián Bedoya. De extracción Liberal, partido al que renunció y con muchos cuestionamientos encima, Bedoya estaba seguro de tener el aval que le daría el conservador Carlos Andrés Trujillo.
Su lanzamiento de campaña lo matizó con una invitación “al día del periodista” en un reconocido local restaurante en Medellín. Cientos de periodistas asistieron, y además e un concierto de grandes kilates, recibieron tablets o dinero equivalente para los que no alcanzaron el adminículo digital.
Pero las dos cosas salieron mal. Trujillo perdió la presidencia del partido Conservador a manos de sus copartidarios y la pomposa y extravagante fiesta para los periodistas, dejó un amargo sabor en la opinión pública y afectó considerablemente la ya lastrada imagen de Julián Bedoya.
El último y más reciente aspirante a alcanzar la gobernación de la mano del petrismo y el quinterismo, es Luis Pérez Gutiérrez, ex alcalde de Medellín y ex gobernador de Antioquia.
Poca sorpresa ha causado que se lance a buscar la gobernación, dada su inclinación a hacerse contar en las pujas electorales de la historia reciente de Antioquia, en las que ha ganado y ha perdido también. Sus críticos más que asombrados, se resignan a aceptar que Luis Pérez, más que un contenedor ideológico, es un jugador político por “conveniencia”.
Más allá de los tecnicismos políticos electorales, además del anhelo del Pacto Histórico por “coronarse “ en Antioquia, en la región están en juego los beneficios económicos que se deslizan de la entrada en operación full de Hidroituango; la destinación de los recursos del Instituto para el Desarrollo de Antioquia, IDEA; los cuales “nutren” a los municipios y sus administraciones y por supuesto el conglomerado administrativo del departamento.
El tiempo corre, la campaña comienza a destilar su colorido y la presencia en el ajedrez de estos actores tendrá incidencia en las elecciones de octubre, porque todo pasa por sus manos, para bien o para mal.
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