Cuando el perro llamado Terfel se quedó ciego a los 8 años debido a las cataratas que padecía, su dueña, Judy Godfrey-Brown, y su veterinario creyeron que el perro no podría desarrollarse normalmente.

La dueña de ambos animales nunca espero que al llevar a su casa al gato este se convertiría en una gran ayuda para la movilidad del perro, a quien guía con sus patas, empujándolo, para que se pueda desplazar por la casa y el jardín.
Con información de tvnotas.mx
- Compartir:
- Compartir en Facebook
- Compartir en X (Twitter)
- Compartir en WhatsApp
- Comentarios