Debido a las disputas entre grupos ilegales al margen de la ley, más de 70 grupos familiares continúan confinados en una iglesia en zona rural del municipio de Tibú, Norte de Santander.
Desde la semana pasada, se han venido denunciando fuertes combates entre la banda delincuencial ‘Los Rastrojos’, el ELN y la fuerza pública en el sector de la Silla, dando origen a los desplazamientos por parte de la población.
Según el personero del municipio en el Catatumbo, Johan Ascanio, algunas personas han intentado retornar a sus hogares, con el temor de tener que volver a salir desplazados por causa de los frecuentes combates.
“Desde ayer hemos visto que varios núcleos familiares han retornado a sus casas, pero la zozobra y el miedo persiste entre la comunidad por los combates que se presentan entre grupos armados en la región” expresó el personero municipal de Tibú.
Además, el funcionario explicó que se ha logrado realizar una caracterización en la zona con el fin de entregar ayudas humanitarias, en conjunto con organizaciones internacionales y Defensores de Derechos Humanos.
“El próximo sábado estaremos en La Silla para poder entregar ayudas de emergencia a más de 210 personas de la región, que están pasando estás dificultades donde también más de cien menores de edad enfrentan está situación”, adujo.
Asimismo, Ascanio aseguró que se está adelantando la gestión para beneficiar del mismo modo, a las 30 familias venezolanas que habitan la región y hacen parte del grupo de desplazados.
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