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5 Clásicos del cine con finales alternativos

Minuto30.com.- Estos clásicos del cine, contaban con otros finales para sus emocionantes historias. El resplandor (1980) En el guión, el personaje de Jack Nicholson se perdía en el laberinto (mientras su hijo y su esposa escapaban del lugar), pero no se le veía morir. Existía a continuación una escena adicional en la que la madre […]

Publicado por: Minuto30.com

Minuto30.com.- Estos clásicos del cine, contaban con otros finales para sus emocionantes historias.

El Resplandor

El Resplandor.

El resplandor (1980)

En el guión, el personaje de Jack Nicholson se perdía en el laberinto (mientras su hijo y su esposa escapaban del lugar), pero no se le veía morir. Existía a continuación una escena adicional en la que la madre estaba hospitalizada, recuperándose de la crisis nerviosa provocada por los terroríficos acontecimientos vividos, mientras el niño jugaba tranquilamente en el pasillo. Entonces, una pelota amarilla (como la que le lanzaban los espíritus en el hotel en una secuencia anterior) se acercaba rodando hacia él. Esta conclusión pretendía ser ambigua: dar a entender que Nicholson había sobrevivido y acechaba a su familia en el hospital, o que había muerto pero seguía acosando a sus seres queridos desde el más allá. De cualquier forma, la amenaza persistía.

Pretty woman (1990)

Aunque resulte difícil de creer, en el guión original, el personaje de Richard Gere estaba casado, y al terminar la historia acababa separándose con gran pesar de su corazón de la prostituta interpretada por Julia Roberts y regresando con su esposa. Pero tras el primer “test screening” (pase de prueba que se realiza con espectadores elegidos al azar), la reacción del público fue tan negativa que se rodaron nuevas escenas para convertir al personaje de Gere en soltero y hacer que en el último instante se quedara con la chica.

Drácula (1897)

El novelista irlandés Bram Stoker había previsto un clímax mucho más desatado del que terminó publicándose. En su mente estaba la idea de que la heroína, Mina Harker, dejaba a su prometido, Jonathan, y se entregaba voluntariamente al monstruo para que la convirtiera en vampira y pasar junto a él la eternidad. Pero su editor le hizo desistir de la idea, haciéndole ver que tal desenlace habría sido “dinamita” en la puritana sociedad victoriana.

Atracción fatal (1987)

El famoso filme sobre un hombre casado que tiene una relación adúltera con una mujer que se obsesiona enfermizamente con él tenía previsto acabar de un modo más fatalista. El personaje de Glenn Close, al comprender que su amante (Michael Douglas) se ha reconciliado con su mujer y sus hijos y que ya nunca volverá a verle, se metía en una bañera de agua caliente y se degollaba a sí misma. Pero los productores pensaron que esta conclusión la convertía a ella en una víctima y a él en un canalla, y obligaron a rodar un nuevo desenlace en el que ella, transformada en psicópata, trata de asesinar a Douglas y su familia.

Sospecha (1941)

En esta película rodada por Alfred Hitchcock, Joan Fontaine cree que su marido, Cary Grant, piensa asesinarla para heredar su fortuna, aunque se acaba descubriendo que todo son ideas paranoicas sin base real alguna. Pero en el guión original, la historia terminaba de una forma mucho más negra y fatalmente irónica. Ella, enferma, escribe una carta a su padre contándole sus sospechas de que su esposo está tratando de envenenarla. Poco después, él efectivamente la asesina con un vaso de leche emponzoñada. Al día siguiente, el criminal camina silbando por la calle y se dirige a un buzón dispuesto a echar el correo, ignorando que entre esas cartas se encuentra la que escribió su mujer inculpándole.
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Redacción Minuto30

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