Fotografía de referencia/PixaBay

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El aumento en las exportaciones de café colombiano a otros países sumado al aumento de consumo dentro del país desencadenó que en abril de este año, según informó Fedecafé, el Comité Nacional de Cafeteros autorizara la importación de este grano para evitar riesgos de desabastecimiento.

La producción de café en el ‘país cafetero’, se presume, alcanzará para fin de año los 14 millones de sacos de 60 kilogramos, de los cuales 13 millones son para exportar, dejando un millón para consumo interno de 1.8 millones de sacos que es la demanda interna, lo que deja una falta de 800.000 que se traduce en un 44.4% que finalmente termina siendo importado, según informó Portafolio.

«En un país como el nuestro que produce café de calidad, no se deberían importar pasillas. El aumento del consumo interno tendría que beneficiar al caficultor nacional», expresó el exministro de Agricultura, Aurelio Iragori, añadiendo que en su tiempo frente a la cartera de Agricultura «el objetivo era disminuir las importaciones de café al país, por lo que logramos una caída cercana al 95%».

Según Fedecafé, en junio las exportaciones del café colombiano bajaron un 4.3% en relación con el mismo mes en el 2017. Contrario a la producción que, en junio de 2018, aumentó 3.6% comparado con el mismo mes del 2017.

Ecuador, Perú y Honduras son los principales países desde los cuales se importa el café, donde se destaca el grano hondureño, en dicho país Colombia ocupa la posición número 10 de los 51 compradores de café este año, y el 22 en el 2017.

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