El escándalo de las ejecuciones extrajudiciales salió a la luz en 2008, durante el Gobierno de Álvaro Uribe, y se llegaron a contabilizar más de 5.000 casos. EFE/Archivo

Las ejecuciones extrajudiciales de civiles por fuerzas de seguridad del Estado, que sembraron el terror en Colombia la pasada década, continúan y solo en 2014 dejaron al menos doce víctimas, denunció hoy el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), una ONG vinculada a la Compañía de Jesús.

El escándalo de las ejecuciones extrajudiciales salió a la luz en 2008, durante el Gobierno de Álvaro Uribe, y se llegaron a contabilizar más de 5.000 casos. EFE/Archivo

El escándalo de las ejecuciones extrajudiciales salió a la luz en 2008, durante el Gobierno de Álvaro Uribe, y se llegaron a contabilizar más de 5.000 casos. EFE/Archivo

Estos crímenes ocupan un apartado especial del documento anual del Cinep, que repasa las violaciones a los derechos humanos cometidas en Colombia el año pasado, en el que se concluye que esta práctica sigue en «total impunidad».

Las doce víctimas quedan registradas en nueve casos de «falsos positivos», como se conoce a los civiles asesinados y después presentados como guerrilleros muertos en combate,

De ellos, ocho casos fueron protagonizados por el Ejército y uno más atribuido a la Policía.

Si bien estos crímenes «han ido disminuyendo, es una práctica que todavía no se ha erradicado», afirmó durante la presentación del informe el sacerdote e investigador del Cinep, Javier Giraldo, quien insistió en que «no son casos aislados» porque se reparten por varios departamentos.

Esta ONG agregó que en 2013 «se documentaron siete casos con diez víctimas» y en 2012 «veinte casos con 62 víctimas».

El informe considera que el Gobierno obvia esos hechos porque «muchos casos quedan fuera del registro por el temor de las víctimas a denunciar por razones de seguridad, debido a constantes amenazas y la desconfianza con la aplicación de la justicia».

El escándalo de las ejecuciones extrajudiciales salió a la luz en 2008, durante el Gobierno de Álvaro Uribe, y se llegaron a contabilizar más de 5.000 casos.

El Cinep expresó hoy también que la violación a los derechos humanos más frecuente durante 2014 en Colombia fueron las amenazas, la mayoría provenientes de «grupos paramilitares», a quienes adjudican 875 hechos como atentados, desaparición o tortura.

Pese a que los paramilitares se desmovilizaron oficialmente en 2006, cuando se disolvieron las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), el padre Giraldo advirtió que estas amenazas «tienen las mismas características de los grupos paramilitares» y que, por lo tanto, «se debe seguir llamando grupos paramilitares» a los que el Gobierno califica como «bandas criminales».

El desalentador recuento, que registra más de 1.000 violaciones a los derechos humanos en 2014, podría ser mucho mayor, según el religioso, quien advirtió de que una cuenta fiel puede registrar el «cuádruple» de crímenes. Bogotá, 30 abr (EFE).

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