Aparentemente las mujeres en China han logrado descifrar el código para el éxito. Siete de las diez mujeres que han hecho su riqueza por sí mismas, son chinas. La magnate de las propiedades inmobiliarias, Zhang Xin es más rica que la estadounidense Oprah. Y una película para chicas, llamada “Tiny Times” rompió los récords en taquilla a principios del verano en el gigante asiático.

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Zhang Xin pasó de ser una obrera en la línea de ensamblaje de una fábrica en Beijing a convertirse en una magnate, dueña de una fortuna con un valor neto de 3,600 millones de dólares

Pero no deje que los titulares lo engañen. En China, como en muchos otros lugares del mundo, las mujeres están bajo presión, sin representación y bajo amenaza.

Hasta el día de hoy continúa la preferencia por los varones, gracias a la política del hijo único vigente en China. La disponibilidad de ultrasonidos baratos y abortos, han provocado una amplia práctica de aborto selectivo de los fetos femeninos.De acuerdo a la Oficina de Estadísticas de China, en el país existen 34 millones de hombres más que mujeres.

Los bienes mancomunados en China le pertenecen a la persona que es dueña de la casa, quien es, en la mayoría de los casos, un hombre.

Y no hay ni una sola mujer entre los siete miembros del Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista que gobierna el país.

“Así que, cuando se trata de asuntos de las mujeres, ¿quién hablará por ellas?” pregunta una antigua legisladora y feminista devota, Wu Qing.

Wu culpa totalmente al gobierno por no esforzarse lo suficiente para reforzar los derechos de las mujeres mediante la aplicación de la constitución.

“El artículo 33 dice que todo ciudadano de la República Popular China debe ser tratado con igualdad” destaca Wu. “Y de acuerdo al artículo 48 sobre las mujeres, ellas deben gozar de la igualdad de derechos en la economía, en la política, en todo”.

“Y sin embargo, China sigue siendo de las reglas del hombre, por el hombre”

Beijing no solamente está fracasando en la representación de las necesidades de las mujeres, sino que también está colocando sus propios intereses por encima de la población femenina de solteras con cada vez mayor educación en China.

De acuerdo a Leta Hong Fincher, académica de la Universidad de Tsinghua, ha habido una campaña activa en los medios de comunicación estatales para promover el término “mujer sobrante”, un término despectivo para referirse a la comida podrida, que ha sido utilizado para avergonzar a las mujeres educadas de la ciudad, que cuentan con más de 27 años de edad y aún se encuentran solteras. El término fue definido por la Federación de Todas las Mujeres de China en 2007.

“Luego de que la Federación de Mujeres definiera el término, los medios estatales comenzaron a impulsarlo agresivamente”dice Hong Finger. “Ha habido una corriente de reportes insultando a las mujeres educadas en la última recta de sus 20, que todavía no tienen un esposo”

“Es un insulto no sólo para las mujeres solteras” dice Joy Chen, una autora del best seller sobre la desigualdad de género en China. “Es un insulto para todas las mujeres y hombres, porque básicamente dice que vales en tanto estés casado”

“Y la etiqueta de sobrante está por todos lados en la sociedad” añade Chen. “Tu plomero te dice que te apresures y te cases si eres una soltera que tiene un departamento”.

Hong Fincher sostiene que el término es parte de un programa del gobierno para mejorar la calidad de vida de la población: “Así que lo que quieren es promover los casamientos para alentar o asustar a las mujeres, para que tengan un hijo, porque eso encaja con las metas demográficas del gobierno”.

A pesar de toda la presión social y la falta de apoyo del gobierno, existen casos aislados entre las chinas – ejemplos extremos de éxito extraordinario. Entonces, ¿qué las llevó tan lejos?

“Estas mujeres, que son multimillonarias, lo han logrado a pesar de estar en China, no a causa de ello”dice Hong Fincher. “Desearía que esas mujeres hablaran más en nombre de todas las mujeres de China”.

Wu misma es una rareza entre las mujeres de China. La antigua profesora de universidad y miembro del Congreso Popular del distrito de Haidian durante 27 años, es una activista incansable.

Y ella está hablando en nombre de las chinas como defensora de los derechos de las chinas y fundadora de una escuela para conferir poder a las mujeres de las áreas rurales.

“Debemos tener una meta muy clara en nuestras vidas, saber lo que queremos” dice Wu.

“Yo tuve mucha suerte de que cuando era pequeña, mi madre me decía que en primer lugar soy un ser humano, antes que ser niña o mujer”

Para descifrar el código para el éxito, no digas que primero eres mujer.


Fuente: china.org.cn

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