Se reviven las épocas del Caguán. Sucedió en La Unión Peneya, Caquetá, con la presencia del comandante Jairo Martínez, alias “Barba de chivo”, ex guardián de la seguridad en la zona de distensión que sirvió de escenario para los diálogos de paz entre el gobierno Pastrana y las Farc.

El espectáculo.

El miércoles en el corregimiento San Isidro se cumplió un espectáculo en el que la subversión movilizó unos cinco mil pobladores de la región, formalizando la entrega del periodista francés Roméo Langlois y mostrando en tarima al mundo el poder que esa guerrilla conserva. El subversivo dijo que “era para ellos un orgullo celebrar los 48 años de su levantamiento en armas con la presencia del reportero galo”.

¿Re-lanzamiento?

Este show se constituye en el relanzamiento de las Farc. La ex senadora Piedad Córdoba, de “Colombianos por la Paz”, expresó que “el presupuesto de las balas de la guerra debería transformarse en inversión social para las regiones más apartadas del país”.

Por su parte, el periodista francés manifestó que “es necesario que la prensa le muestre al mundo la otra cara del conflicto colombiano que el gobierno Uribe trató de invisibilizar, haciéndole creer al orbe que ya se había logrado la paz”.

Claridad.

El gobierno Santos debe entender que si la movilización que hizo la guerrilla de las Farc el miércoles, fue forzando a la población, ello se convierte en un asunto grave para la seguridad nacional, porque se estaría cediendo de nuevo el control sobre el territorio. Pero si la movilización se hizo con el consentimiento de los pobladores, estamos frente a una guerrilla que ha recuperado el apoyo social y el respaldo popular. El Gobierno tendrá que definir si se mantiene en una política de confrontación, promesa de su campaña en la que se mostró dispuesto a darle continuidad a la política de seguridad democrática. O tomar la determinación de apostarle a la paz resueltamente e interpretar lo que, según Langlois, están viviendo la Farc: “Un cansancio producto de la guerra y un deseo sincero de paz”.

Guerra y paz.

Como en otras épocas, en la antesala electoral, Colombia vuelve a encontrarse en la disyuntiva de la guerra o la paz. El ex presidente Uribe, que hoy lidera la oposición, se mantiene en la línea de derrotarlos militarmente. Por el contrario, Santos le apuesta a la tesis de la salida política.

Territorios.

En entrevista, en Caracas, el ex presidente Andrés Pastrana señaló que el inspirador de la zona de distensión en el Caguán fue el hoy presidente Santos, quien después de un estudio adelantado por Naciones Unidas recomendó despejar una parte del territorio, pero no en el Caguán, sino en La Unión Beneya, en el mismo Caquetá, la tierra prometida de “Tirofijo”, quien soñó con la “República independiente de Caquetania”.

¿Despeje?

La guerrilla recibe de parte de Santos el despeje temporal de un territorio para la liberación del periodista francés, hecho que aprovecha para demostrarle al mundo la fortaleza de sus acciones y que está en condiciones de continuar la guerra o sentarse a negociar con el adversario. ¡Bienvenidos al pasado, como hace 48 años!

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Redacción Minuto30

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