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Oswaldo Jaramillo es el párroco de la iglesia San Benito de Villavicencio, el sacerdote recoge las donaciones de su comunidad y saca hasta de su bolsillo para conseguir ataúdes y darle cristiana sepultura a los cuerpos que no son reclamados en Medicina Legal.

El padre realiza entierros colectivos muchas veces de su bolsillo, con las donaciones de los feligreses o con la entrega del diezmo, la mayoría de cuerpos que se entierran son de habitantes de calle, víctimas del conflicto armado, guerrilleros y personas sin identificación.

“Hay personas que me hacen donación de ataúdes de familiares que han sido cremados y yo esos ataúdes los utilizo para poder sepultar a personas no identificadas”, explica el padre.

“A mí no me interesa cuál haya sido la fe de la gente, su historia pasada. Si era católico, creyente, no creyente. Eso no me interesa, a mí lo que me interesa es ayudarle a esa persona para que pueda tener un descanso tranquilo en la eternidad”, afirmó el sacerdote.

Por ahora Oswaldo se encuentra a la espera de la aprobación de la Fiscalía para sepultar 50 cuerpos que no han sido identificados.

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Redacción Minuto30

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