William Tarek, monómeros

El fiscal general de Venezuela, William Tarek anunció el envío de una comisión especial de ese organismo a Colombia, para que investigue los presuntos hechos de corrupción en la empresa estatal Monómeros, ubicada en Barranquilla.

La comisión la integran tres fiscales y los directores de las unidades especializadas anticorrupción y lucha contra la delincuencia organizada.
El presidente Gustavo Petro ha manifestado su interés de devolver la empresa al control del gobierno venezolano, luego de que el gobierno de Iván Duque, en un intento de presión a
Nicolás Maduro,desconoció a la junta directiva y le otorgó el control de la misma al presidente interino Juan Guaidó, representante de la oposición venezolana.
Justamente, y a raíz de estos cambios, caldeados además por el ambiente político de confrontación, aparecieron los problemas económicos de Monómeros, en los que abundan denuncias de presuntos malos manejos por parte de los directivos que rinden cuentas a Guaidó. Para colmo de males, la pandemia terminó por lastrar profundamente las finanzas de la empresa. Actualmente Monómeros está en la «lista negra» de los Estados Unidos, como resultado también de las deterioradas relaciones con el país de Maduro.

Historia del conflicto

La empresa Monómeros Colombo – Venezolanos fue creada por ambas países en 1967. Su objeto de producción son los derivados del petróleo y de fertilizantes.
Durante el gobierno de Alvaro Uribe, Colombia vendió sus acciones a Venezuela y el control de la empresa quedó en manos del estado venezolano. Para Colombia, la producción de fertilizantes de Monómeros, equivalente a más del 35% del total nacional, es fundamental para las políticas agrarias planteadas por el presidente Gustavo Petro, quien ha insistido en que es urgente aumentar la productividad del campo y la generación de alimentos con miras a menguar la pobreza campesina y garantizar el abastecimiento de las ciudades.
Con la reactivación de relaciones diplomáticas colombo – venezolana, el tema de Monómeros ocupa un primer plano. De hecho, el recién posesionado embajador colombiano, Armando Benedetti, encaró las gestiones para «devolver la empresa Monómeros a sus reales dueños» según manifestó hace pocos días. Y el camino no es fácil. Para desbloquear el camino y entregar Monómeros a Nicolás Maduro, hay que saltar varios muros atravesados en la vía: la Cámara de Comercio de Barranquilla que no quiere admitir la legalidad de la junta directiva designada por el gobierno venezolano; La Superintendencia de sociedades que mantiene vigilancia especial sobre al empresa y la mirada cercana de las autoridades de bienes extranjeros de los Estados Unidos, OFAC.

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Redacción Minuto30

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