La artista colombiana Monika Bravo es una de las tres elegidas para exponer su obra en el pabellón que el Vaticano presentará en la Bienal de Venecia, adonde llevará las tradiciones y el color de Colombia.

(De izq a der) La directora de la Colección de Arte Contemporáneo de los Museos Vaticanos, Micol Forti; el presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, cardenal Gianfranco Ravasi, y el presidente de la Bienal de Venecia de las Artes, Paolo Baratta, posan para los fotógrafos durante una rueda de prensa para anunciar la participación del Vaticano en la 56ª edición de la Bienal de Venecia, hoy en Ciudad del Vaticano. EFE

(De izq a der) La directora de la Colección de Arte Contemporáneo de los Museos Vaticanos, Micol Forti; el presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, cardenal Gianfranco Ravasi, y el presidente de la Bienal de Venecia de las Artes, Paolo Baratta, posan para los fotógrafos durante una rueda de prensa para anunciar la participación del Vaticano en la 56ª edición de la Bienal de Venecia, hoy en Ciudad del Vaticano. EFE

Lo anunció hoy la responsable de la colección de Arte Contemporáneo del Vaticano y comisaria del pabellón de la Santa Sede, Micol Forti, quien dijo que Bravo procede de una tierra «histórica, política y culturalmente compleja».

Nacida en Bogotá en 1964 y residente entre Nueva York y su ciudad natal, Bravo expondrá un proyecto que, según adelantó Forti, representa «diversos puntos de vista de seis pantallas, con imágenes de naturaleza proyectadas y superpuestas con formas geométricas».

Serán «paneles de vídeo sobre imágenes que proyectan un texto en griego del Evangelio» y que, inspirados en Colombia, invitan a descubrir un «mundo poético» que la artista dota de movimiento y en el que se encuentran la imagen y la palabra.

El presidente de la Bienal de Venecia de las Artes, Paolo Baratta, da una rueda de prensa para anunciar la participación del Vaticano en la 56ª edición de la Bienal de Venecia, hoy en Ciudad del Vaticano. EFE

El presidente de la Bienal de Venecia de las Artes, Paolo Baratta, da una rueda de prensa para anunciar la participación del Vaticano en la 56ª edición de la Bienal de Venecia, hoy en Ciudad del Vaticano. EFE

«La apertura y la curiosidad intelectual por la diversidad de culturas, lenguajes y expresiones» es una de las fortalezas por las que el Vaticano eligió la obra de Bravo, quien ha desarrollado su carrera en ámbitos tan variados como la moda y la fotografía.

Pantallas, reproductores digitales y proyecciones son utilizados para crear un diálogo entre diferentes artes en la obra de la artista colombiana, quien busca inspiración en la literatura, arquitectura, música o pintura.

«Monika puede definir nuevas poéticas y un nuevo mundo de formas y colores, en el que es posible redefinir y eliminar las fronteras entre culturas», refirió de ella la Santa Sede.

Forti añadió que los otros dos artistas elegidos son la macedonia Elpida Hadzi-Vasileva y el mozambiqueño Mário Macilau, en un intento de representar «diferentes continentes y culturas y ensalzar la presencia femenina» con dos mujeres.

El pabellón, dedicado al Nuevo Testamento con el nombre «En el inicio, el verbo se hizo carne», ha «arriesgado» al apostar por artistas «de culturas, edades y géneros diferentes» que representan «lenguajes distintos y con técnicas diversas».

Fotografía facilitada por el Consejo Pontificio de la Cultura de la artista colombiana Monika Bravo, una de las tres elegidas para exponer su obra en el pabellón que el Vaticano presentará en la Bienal de Venecia. EFE

Fotografía facilitada por el Consejo Pontificio de la Cultura de la artista colombiana Monika Bravo, una de las tres elegidas para exponer su obra en el pabellón que el Vaticano presentará en la Bienal de Venecia. EFE

El espacio será el mismo que el presentado hace dos años, edición en la que el Vaticano participó por primera vez y creado con la idea de «no dividir, no separar las experiencias de los tres artistas para que el visitante pase de uno a otro sin separación física».

El presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, el cardenal Gianfranco Ravasi, estimó necesario restaurar el diálogo entre el arte y la fe y subrayó en la presentación que el objetivo de la Santa Sede es «realizar un acto religioso y no solo de promoción artística».

Por eso, representará la fragilidad, la temporalidad y la mortalidad pero también la teología cristiana y la reencarnación y estará en sintonía con la idea del papa Francisco de proteger a los más necesitados porque -prosiguió- «el pobre no solo tiene derecho a tener pan, sino también belleza».

El presidente de la Bienal, Paolo Baratta, celebró que la Santa Sede «participe en el diálogo que se desarrolla en el mundo del arte» y comparó el evento con un peregrinaje al que los visitantes acuden porque «tienen confianza». Ciudad del Vaticano, 9 abr (EFE)

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