Un mensaje para Maduro

Venezuela afronta una crisis económica, política y social desde 2013. Según la ONU, se estima que hasta junio del presente año, 2.3 millones de venezolanos han abandonado su país porque no hay comida, no hay oportunidades,y, lo más triste, no hay esperanza en el vecino país. Muchos se marchan de Venezuela tan solo con lo que llevan puesto, caminan durante días con la esperanza de ser acogidos por algún país cercano, pero con la tristeza de haber dejado su patria, su casa y todo aquello que construyeron alguna vez con esfuerzo. Y que hoy es arrebatado por un presidente, que de líder le queda muy poco.

Lo peor de la crisis Venezolana es su verdugo, Nicolás Maduro. Un jefe de Estado que no tiene vergüenza de hablar ante la Asamblea de las Naciones Unidas para contar la “verdad” de un pueblo luchador. El problema es que esa verdad, dista mucho de la realidad de su nación. Maduro-en más de una ocasión-ha manifestado que la crisis migratoria no es más que una noticia falsa o- peor- una mentira fabricada para justificar una intervención militar. Sin embargo, me pregunto si el presidente Maduro siquiera le pide reporte a su Guardia Fronteriza, pues de hacerlo sabría que diariamente sus compatriotas huyen de su mandato y de lo que ha hecho con el país de la bonanza petrolera.

El señor Nicolás Maduro sabe perfectamente de la crisis que vive su país, pero sus ansias de mantenerse en el poder le permiten seguir sometiendo al pueblo venezolano. No entiendo como se jacta al decir que es un líder de pueblo, un hombre humilde, cuando se comporta como un verdadero tirano. Según datos del Foro Penal Venezolano, certificados por la Organización de Estados Americanos (OEA), en Venezuela hay 250 personas privadas de su libertad por ser opositores al régimen de Maduro, y a los cuales se les vulneran sus derechos constantemente.

Me gustaría que el señor Maduro, escuchará a los 819.034 venezolanos que se encuentran en nuestro país, cifra otorgada por Migración Colombia. Cada uno tiene una historia, pero al final el nudo del relato termina siendo su manera de gobernar. Ojalá pronto entienda que el fingir que Venezuela no tiene una crisis y que todo es un complot, solo hará que sus hermanos venezolanos sufran cada día más. Tristemente, Venezuela ya no es el destino al que todos quieren llegar, es el lugar del que todos quieren huir.