Se trata de la turista de nacionalidad argentina Teresa Grossi, de 67 años, quien fue víctima de hurto durante sus vacaciones en la Isla de San Andrés y en medio de un forcejeo recibió un golpe que la dejó en estado de coma durante algo más de dos semanas.
Finalmente, Teresa despertó tras ser intervenida quirúrgicamente en dos ocasiones.
Se estima que la mujer pueda retornar a su país en un plazo de 10 días.