Dicen que los nacidos bajo el signo de Acuario, como José Mario dos Santos Félix Mourinho (Setúbal, 26 de enero de 1963), son perfectos como líderes de equipo. Y también afirman que quienes comparten el zodiacal Leo, como Louis Van Gaal (Amsterdam, 8 de agosto de 1951), están casados con el éxito, conquistan la autoridad máxima con facilidad por sus dotes de gestión y sus ansias de poder. Ambos parecen estar bien dotados para el arte, especialmente la música, como solistas o directores de orquesta.

El ambiente se caldea en las inmediaciones del Santiago Bernabéu a la espera de que mañana se dispute la final de la Champions entre el Bayern y el Inter / Foto: Pepe Caballero

Los dos ambiciosos directores técnicos del Bayern de Múnich y el Inter de Milan, finalistas de la Liga de Campeones que se enfrentan esta noche en Madrid, comparten rasgos personales, pero en otros casos son como el agua y el aceite. A pesar del trabajo conjunto que realizaron en Barcelona cuando uno, Van Gaal, era el jefe y Mourinho, el meritorio que apuntaba todo en la libreta para algún día ser el número uno.

Periodo entre tinieblas

Louis Van Gaal ha vuelto a la elite tras un periodo oscuro. Un trabajo bien hecho con el AZ Alkmaar, campeón de Liga 2008-09, lo devolvió al inicio de esta temporada a un grande de Europa, el Bayern de Múnich. Ha conectado con la filosofía del legendario club bávaro y lo ha llevado al umbral de una quinta Copa de Europa que igualaría el palmarés de los germanos a los del Liverpool. El técnico holandés conforma a un personaje del pasado que busca la revancha del tiempo en un país donde logró títulos, pero pocos defensores de sus ideas.

José Mourinho siguió los pasos de su padre, un hombre de fútbol: guardameta, entrenador y director deportivo. Es la encarnación del éxito contemporáneo y el técnico con mayor futuro: un porvenir muy ligado al estadio donde hoy podría, como Van Gaal, alcanzar su segunda Copa de Europa con clubes distintos, como en su día lograron Ernst Happel y Ottmar Hitfeld. Esa es una de las coincidencias en el historial de ambos técnicos, dos instintos ganadores que transitan caminos paralelos: los dos buscarán en el Bernabéu el logro del ‘triplete’: Liga nacional, Copa y título europeo.

El joven ‘Mou’ se alimentó de las lecciones del veterano Van Gaal, vencedor de la Champions con el Ajax en 1995. En el FC Barcelona se erigió en el segundo maestro del portugués, quien finalizó su largo periplo a la sombra de Sir Bobby Robson, como intérprete-traductor, en el Sporting, el Oporto y el Barça. Tras aquella época azulgrana, Mourinho empezó su alto vuelo en solitario.

Empezaba el declive del holandés y Mourinho, primero en el Benfica y después en el Uniao Leiria se labraba su camino al Oporto, donde conquistó la Copa de la UEFA 2002-03 y la Liga de Campeones 2003-04, la consagración definitiva de un entrenador sin dobleces: claro, metódico, orgulloso, con una estrella en la frente.

El vuelo de Mou’

El cambio de siglo no trajo tan buenas noticias a Van Gaal. Salió del Barcelona y tomó el mando en la selección holandesa, que no se clasificó para el Mundial de Corea y Japón 2002. Un fracaso que no impidió regresar de forma fugaz a Barcelona (2002-03) en la crisis que acabó con la presidencia de Joan Gaspart y terminó situando a Joan Laporta en la presidencia azulgrana. Van Gaal volvió al Ajax, pero con un papel secundario. Se vio ninguneado y dejó el club para buscar una nueva forma de relanzar su carrera.

En aquel año 2004, José Mourinho ya era el entrenador más popular de Europa. No sólo por la Champions conquistada con una plantilla modesta, sino por su fuerte personalidad. El Chelsea, con el magnate ruso Roman Abramovic como responsable de una ingente inversión en plantilla, cambió el domicilio del entrenador de Setúbal. Y ya en Londres, nuevos logros: dos Premier, dos Copas de la Liga, una Copa y una Community Shield entre 2004 y 2007.

El estrellato de Mourinho se realimentó en estas últimas dos temporadas en el Inter. Ha continuado la suma de trofeos, de millones de euros (nueve por temporada) y de expectación mediática. Una rueda de prensa del portugués es un espectáculo digno de presenciar.

Van Gaal supera el paréntesis de estrellado y ya levanta cabeza. Sus conferencias en España también alcanzaron notoriedad, con episodios cómicos muy populares. En la comparecencia de ayer en el Bernabéu, hubo quien le preguntó si veía ‘positifa’ la conquista del título.

El holandés quiere imponerse a su antiguo alumno, al mejor de todos. El portugués tiene sus apuntes al día y pretende despedirse del Inter con el regalo que el club italiano lleva esperando desde 1965: la tercera corona continental.

PREVIA DE LOS HINCHAS:

El viernes por la tarde hubo ensayo general chequeando todos los aspectos organizativos en el Bernabéu. Se ha probado el marcador electrónico, la megafonía del estadio y, muy especialmente, se ha recortado el césped para dejarlo impecable para el gran choque del sábado. Así trabajaban los expertos del mantenimiento sobre el sacrosanto verde del campo del Real Madrid.

El aspecto del Santiago Bernabéu es imponente, incluso con el estadio prácticamente vacío. Esta Catedral del fútbol mundial, inaugurada en 1947, ha albergado varias finales históricas, como la que el Real Madrid ganó en 1957 a la Fiorentina, la coronación del Milan en 1969 frente al gran Ajax de Holanda, o incluso la final de la Copa del Mundo de 1982 entre Italia y Alemania.

Así se ve el Santiago Bernabéu de cara a una final de Champions. Esos carteles de Madrid 2010 soñaban con tener a otro protagonista, al propio club blanco. Pero no ha sido posible. Y tampoco habrá un español en la final.

¡Que la pasión futbolera no destroce el césped! Este cartel advertía a los aficionados del Inter y del Bayern en el Parque del Retiro, donde se han realizado varios actos de cara a la final.

¡Auf gehts Bayern! Estos dos aficionados bávaros posan para la cámara en el Parque del Retiro, con los atuendos típicos de su país.

¡Forza Inter! Está claro de dónde es este aficionado, ¿verdad? Ha llegado desde Milán para alentar al equipo Nerazzurro y no se ha despegado un solo segundo de su bufanda.

Bayern-Hotel

El Bayern, presente en Madrid. Éste era el aspecto de las torres Madrid Tower, albergando un acto promocional de la final de la Champions.

Arjen vuelve a casa. En rueda de prensa, Robben admitió que para él "será muy especial" esta final, no sólo por ser la primera para él en Champions, sino por volver a la que fuera su casa, el Santiago Bernabéu.

Cup

Ella espera Campeón. ¿En manos de quién quedará este hermoso trofeo de la Champions 2009/2010?

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Una obsesión en la cabeza. Este aficionado ya tiene su propio trofeo, pero la Orejona de verdad se levantará en la noche del sábado tras la finalísima. ¿Por quién apuestas para ser campeón?

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Redacción Minuto30

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