La sensual actriz, Scarlett Johansson irrumpió en la Alfombra Roja de la edición número 89 de los premios Oscar, al lucir, un candente vestido que le dejaba a la vista que estaba sin sostén mientras presumía un tatuaje.
La estadounidense se robó todas las miradas y los flashes, al combinar un atrevido corte de cabello, con un poco de tinta debajo de su busto.
A pesar, de que medios internacionales han calificado a la rubia como una de las «peores vestidas», sin duda fue una de las más sensuales.