El turismo de Medellín viene atravesando uno de sus mejores momentos históricos. No es un asunto de simple percepción puesto que así lo demuestran las cifras: la llegada de turistas nacionales e internacionales no para de crecer año tras año, la ocupación hotelera sigue estando en niveles bastante satisfactorios a pesar de que cada vez hay más camas disponibles y la ciudad conserva su magia y encanto.

Todo esto es muy positivo por las dinámicas que genera el turismo, lo que técnicamente se conoce como la derrama económica: mientras más turistas tenemos en Medellín, más vuelos llegarán a la ciudad, más demanda de transporte terrestre tendremos, más restaurantes ocupados, más hotelería, más actividad comercial, más contratación de servicios (agencias, traductores, guías) y más movimiento en la economía informal.

Sin embargo, un turismo mal llevado también puede generar efectos negativos: muestras de ello pueden ser las actividades delincuenciales asociadas al turismo como por ejemplo el mal llamado turismo sexual, homicidios de extranjeros algunas veces inmersos en actividades ilícitas y casos de gentrificación (desplazamiento no voluntario hacia otras zonas de la ciudad a causa de incomodidades), entre otros.

Por todo ello, por lo bueno y por lo malo, éste es el mejor momento para la creación de una Secretaría de Turismo, iniciativa que ha sido presentada por la Administración Municipal al Concejo de la ciudad y que venía siendo pedida desde 2018 por algunos sectores.

Contar con la Secretaría de Turismo, como ha sido planteada, no implica necesariamente crear más burocracia. Por el contrario, se busca optimizar cargos y funciones a fin de contar con más y mejores herramientas que permitan ampliar la promoción de la ciudad como potencial destino pero a la vez, contando con suficientes mecanismos de control, para que no se generen efectos colaterales negativos indeseados.

Bienvenida entonces la creación de la Secretaría de Turismo. Sin embargo, no por la emoción que puede conllevar este tipo de decisiones de ciudad, debemos embriagarnos y perder la noción de la realidad, la cual debe ser siempre un polo a tierra para hacerlo cada vez mejor por Medellín.

Desde nuestro ejercicio como concejal de Medellín, le hemos dejado claros a la Administración distrital tres aspectos muy importantes que deben hacer parte fundamental del proyecto.

El primero de ellos es que la ciudad debe recuperar su principal vocación turística histórica: el turismo de eventos. No fue gratuito que hace ya 30 años, se juntaran el sector público y los privados, bajo el liderazgo de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, a visionar escenarios de desarrollo para la ciudad. Y alentados con las conclusiones del Informe Monitor, se dieron a la tarea de definir para Medellín su principal foco para atraer turistas y coincidieron en definir que la mejor estrategia de promoción y desarrollo estaría alrededor del turismo de eventos (O turismo MICE por sus siglas en inglés).

Nació luego el Centro Internacional de Convenciones – CIC que más tarde se fusionaría con el Palacio de Exposiciones dando surgimiento a la marca Plaza Mayor Medellín, Convenciones y Exposiciones; fruto de un esfuerzo público – privado, se gestó el Medellin Convention and Visitors Bureau, que recogió la historia de la Oficina de Fomento y Turismo; surgió el Cluster de Turismo de Negocios; y la ciudad estructuró una clara estrategia para la captación masiva de eventos nacionales, internaciones y mundiales, con muy positivos resultados.

Ejemplos internacionales de ciudades con claridad en su fico turístico las encontramos por montones en el mundo entero: Lima (Perú), turismo gastronómico; Las vegas (EEUU), turismo de juegos de azar; Ciudad del Vaticano (Italia), turismo religioso; Cancún (México), turismo de sol y playa.

Sin embargo, la estrategia de Medellín ha sufrido bastantes cambios. El entretenimiento viene creciendo y asumiendo un liderazgo importante en la agenda económica y turística de la ciudad. A pesar que debemos crear instrumentos de control, formalización y voz para este sector tan importante, nuestro primera solicitud al distrito de Medellín es no perder el foco de potencializar el turismo de negocios enfocado en el segmento MICE. Hay que articular los sectores claves.

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El segundo pedido es que siendo muy valioso y aportante el mundo del entretenimiento y los conciertos, se deben crear órganos que realmente hagan control y consoliden este sector, por eso hemos solicitado la creación de una dirección técnica que se concentre en hacer de Medellín 24 horas, que potencialice el territorio y que crezca de manera organizada, con normas claras y control real.

Y el tercer pedido es que en la naciente dependencia, aterricen personas verdaderamente conocedoras del mundo del turismo, que es un universo bastante técnico, ojalá salidas de las entrañas del mismo sector, con formación académica profesional pero también con desempeño laboral en el mundo real del turismo y no que sean simples cuotas burocráticas políticas para pagar favores.

Sin duda, conjugar esos tres elementos con los demás aspectos que plantea el proyecto nos podría dar señales de tranquilidad sobre lo que se quiere con el turismo de Medellín, para que sepamos recoger en este momento, los frutos de una siembra de tres décadas y así poder decir con más orgullo que nunca, que… Aquí todo florece!, tal y como lo busca hacer nuestra seductora marca ciudad.

Concejal de Medellín, Ex secretario de Desarrollo Económico

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Redacción Minuto30

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