Sarah Sands

Sarah Sands es una mujer de 38 años de Reino Unido, que pagó una condena por matar a un adulto mayor, que habría violado a su hijo de tan solo 12 años de edad.

Los hechos ocurrieron en el año 2014 cuando Sarah Sands acabó a puñaladas con la vida de Michael Pleadted de 77 años de edad. El hombre era un pedófilo que abusó sexualmente del hijo de la mujer.

Tras haber pasado 7 años en prisión, Sarah fue dejada en libertad hace poco días y contó a medios de su país todos los detalles del crimen que cometió.

Los detalles que contó Sarah Sands

En entrevista para el medio británico The Sun la mujer narró que en ese momento nadie sabía nada del vil pasado de su vecino quien ante la mirada de todos solo era un “adorable anciano”: “Mick era un modelo a seguir. No tenía ninguna razón para no confiar en él. Pensé que Bradley estaba a salvo”, narró la mujer.

El adulto mayor le ofreció trabajo como ayudante en una tienda al pequeño de 12 años de edad y allí lo violentó sexualmente. Según la madre, el depredador abusó de su hijo y luego el niño comenzó a tener cambios de humor, hasta que decidió contar todo: “Lo encontré jalándose el cabello, meciéndose, temblando y llorando. Me sentí enferma y con el corazón roto”, detalló Sarah Sands.

Sarah Sands dice que llamó a la Policía para denunciar el terrible abuso y los uniformados lo único que hicieron fue recomendarle que se mudara. por lo que ella tomó a sus hijos y se fue a la casa de su madre. Sin embargo, no encontraba tranquilidad.

En medio del estrés la mujer tomó un cuchillo de la cocina y se fue a confrontar al abusador, según narra, con la intención de suplicarle que confesara las atrocidades que cometió ante la justicia, para evitar que su hijo afrontará un juicio. En ese momento el anciano le sonrió y le dijo que los niños eran unos mentirosos que lo querían arruinar, lo que sacó de quicio a Sarah.

«Estaba asustado y a la vez se comportaba de manera fría. Lo golpeé en la frente con el cuchillo y él me agarró. Perdí el control. No podía dejar que nadie más saliera lastimado, alguien tenía que proteger a la gente”, dijo Sarah Sands.

“Jamás hubiera imaginado que sería capaz de hacer algo así. No me enorgullezco de eso, pero al menos sé que él ya no puede lastimar a nadie más”, manifestó la madre. “Nunca volvería a matar. No me veo a mí misma como una asesina. Pero no me arrepiento de lo que hice. Era una madre desesperada por proteger a mis hijos”.

Unas semanas antes de la muerte de Pleasted, la policía llegó hasta su casa para arrestarlo y acusarlo de agresión sexual a dos niños menores de 13 años. Sin embargo, fue puesto en libertad bajo fianza a la espera de juicio y se le permitió regresar a su apartamento.

Durante el transcurso del proceso penal se supo que Michael Pleasted tenía 24 condenas por delitos sexuales contra niños, que datan de 1970 hasta 1990. A pesar de ello, la justicia de Reino Unido nunca lo puso tras las rejas, por lo que era un peligro desconocido para la comunidad y sus vecinos.

En 2015, Sarah Sands fue condenada a tres años y medio de prisión como responsable del delito de homicidio involuntario por pérdida de control. Sin embargo, un año después un tribunal de apelación consideró que la pena era muy baja y amplió la sentencia a siete años y medio.

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Redacción Minuto30

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