El presidente Juan Manuel Santos dijo que los acuerdos alcanzados entre el Gobierno y los líderes de los paros cívicos que afectaron por varias semanas al puerto de Buenaventura y al departamento del Chocó, fueron necesarios para aumentar la inversión.
«En Chocó y Buenaventura se llegó en estos días a acuerdos responsables y necesarios para acelerar e incrementar las inversiones que desde el año 2010 se están haciendo para saldar la deuda histórica con el Pacífico colombiano», señaló Santos en un comunicado.
En Buenaventura, el paro que duró 21 días dejó pérdidas por unos 300.000 millones de pesos (unos 103 millones de dólares).
Entre los puntos acordados ayer por las partes está que el Gobierno gestione un crédito externo por 76 millones de dólares para financiar las inversiones que se harán en la ciudad en los próximos 10 años.
Asimismo, el Gobierno se comprometió a invertir cerca de 1,5 billones de pesos (unos 517 millones de dólares) en obras hasta el 7 de agosto del año entrante, cuando finaliza el actual mandato de Santos.
La protesta social en Chocó, que se extendió por 17 días, buscó mejorar temas de infraestructura y salud en esa empobrecida región.
Para alcanzar el acuerdo el pasado 27 de mayo fue necesaria la promesa gubernamental de hacer un aporte inicial por 440.000 millones de pesos (unos 150 millones de dólares) para avanzar en la pavimentación de las vías Quibdó-Pereira y Quibdó-Medellín hasta 2022.
También en el sector de salud se invertirán 84.726 millones de pesos (cerca de 30 millones de dólares) en diseños, interventoría, construcción y dotación de un nuevo hospital de tercer nivel y en saneamiento y dotación del actual centro médico.
Al respecto, Santos comentó que su Gobierno escucha y busca «soluciones a través del diálogo sin sacrificar los principios de autoridad y de responsabilidad en el manejo del presupuesto».
El jefe de Estado aseveró que las protestas que tuvieron lugar en mayo fueron «expresiones legítimas de las comunidades en una democracia».
Según Santos, ello demuestra que Colombia avanza hacia la normalidad y recordó que durante «muchos años, movimientos como estos eran estigmatizados, rechazados y reprimidos».