Salpicón de temas

En ocasiones se quisiera cambiar de tema para que las opiniones no se vuelvan monotemáticas. Sería interesante opinar sobre los conocimientos matemáticos de la ministra de educación y su diplomado en promedios, que se los debió enseñar a Néstor y sus amigos de Blu radio. Los deberíamos traer a todos para que aprendiesen esta ciencia jugando aquí en Antioquia.

Caben opiniones sobre los desafueros del Alcalde de Medellín que le gusta hacer obras faraónicas sin contar con los estudios suficientes. No podemos olvidar el afán con el que, siendo gobernador, construyó la doble calzada de Las Palmas sin los estudios necesarios para que una vez ¿concluida?, no se originasen todos esos traumas que se desencadenaron con las inestabilidades del terreno, ocasionados por la gran cantidad de agua que, para cualquier desprevenido, se encuentran en esas laderas.

Ocho años después de inaugurada por el señor Gaviria, se siguen buscando aguas embolatadas y la obra nunca ha tenido la estabilidad suficiente para considerarse terminada. Un fiasco mucho mayor, lo viviremos los usuarios de las vías de Medellín durante unos cincuenta años con ese esperpento de los parques del río. Eso se pudo adelantar de una manera diferente que garantizase menores: traumatismos, costos y espacios para la inseguridad. Vías enterradas en una ciudad en donde los habitantes de la calle se aprovechan de cualquier percance de un transeúnte para despojarlo de todas sus pertenencias, es un desaguisado que sólo cabe en la cabeza de megalómanos enfermos a ultranza. Se parece mucho al presidente.

Sería interesante que el economista ministro de Salud nos dé explicaciones bien sustentadas sobre los perjuicios reales del glifosato y las afectaciones que tuvieron las niñas con las vacunas para el papiloma humano en el Carmen de Bolívar.

Anuncia el inepto ministro de hacienda que el hueco fiscal para el 2015 será de 10 billones de pesos, sin contar claro está el que viene acumulado del 2013 y 2014 que dicen por ahí que es del orden de los 22 billones.

Tanta platica perdida en mermelada y mordidas de: “eximios” funcionarios, congresistas de la mesa de unidad nacional, contratistas y asesor de alguna que otra EPS o del presidente que funge ahora como el portaestandarte de las Farc, exige que, si hay justicia cierta, todos los implicados en ese festín de despilfarro paguen condenas inmensurables que se extiendan a todos sus descendientes, a no ser que denuesten fehacientemente, que no tienen las mismas inclinaciones de sus antecesores. “Hijo de tigre sale pintado”

Tenemos un ventilador prendido y nadie se está escapando del estiércol que esparce. A buena hora acusaron a uno de los suyos para que se empezase a destapar la olla podrida de las cortes. Claro que esa olla era conocida de autos en los tiempos en donde los narcotraficantes entraban como Pedro por su casa a sus salas y ofrecían regalos, viajes, licores y quien sabe que más, para conseguir el favor de esos indignos magistrados. Algunos tienen la caradura de negar lo que todos sabemos que es verdad.

El secretario de la presidencia sale a presionar para que un noticiero de la televisión no se salga del redil en el cual están todos los medios vendidos al gobierno. Y esto lo hace después de que el señor Ocampo, jefe de prensa de la casa de Nariño, iniciase esas presiones debido a la información sobre la purga en la policía nacional. De hecho la sintonía de ese noticiero muy pronto superará a la de su competidor y este, viendo cómo le están pateando la lonchera, empezará a buscar la objetividad que perdió desde hace cinco años largos. Por lo menos alguno tuvo la valentía de anteponer sus principios al enriquecimiento.

Las órdenes para los alcaldes en el sentido de expedir decretos que prohíben las concentraciones de personas en sitios cercanos a donde estará el señor Santos, es antes que nada una muestra de la debilidad espiritual de quienes ahora usurpan el derecho de habitar el palacio presidencial.

El retiro constante de los columnistas no afines al gobierno central de los medios de comunicación entregados a la corrupción de sus principios por el poder de la pauta publicitaria es el principio de la entronización de un gobierno totalitario y dictatorial. Eso es simple u llanamente una vil y mala copia de lo que sucedió en Cuba hace 55 años, en Venezuela hace unos 16 y después en Argentina, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. La diferencia es que nuestra tradición democrática ha sido la talanquera que no han podido superar esos facinerosos terroristas.