La diabetes no es una enfermedad exclusiva de las personas, también la desarrollan los perros y gatos. Por lo general, los perros tienen un tipo y los gatos otra. Es un trastorno hormonal frecuente, por eso es necesario tener regulada y controlada la cantidad de azúcar en sangre.

diabetes animal i

Cuanto antes se diagnostique y realice el tratamiento, mejor será el pronóstico de vida del animal, según explica la médica veterinaria Laura Silvia Schiaffino para un portal femenino, que adelanta una campaña para concientizar sobre la aparición de esta enfermedad en las mascotas.

Todos los gatos son susceptibles a sufrir esta patología. Se observa una alta incidencia en birmanos, burmés, siamés y europeos comunes. Tienen un riesgo más elevado los gatos obesos y los que tienen una alimentación desbalanceada. También los que reciben tratamiento con corticoides, pues se deteriora el páncreas y crea insuficiencia para producir insulina, al igual que los que consumen anticonceptivos para evitar la preñez.

Tipo de Diabetes

La diabetes mellitus es una enfermedad endócrina bastante frecuente en los gatos y tiene unas características muy diferentes en relación a los perros, tanto en su presentación clínica como en su diagnóstico o tratamiento. Se clasifica en:

* Tipo I (dependiente de insulina): se caracteriza por la destrucción de las células productoras de insulina. Es más frecuente en perros, esencialmente en hembras. Se produce por deficiencia de insulina y requiere tratamiento con esta hormona.

* Tipo II (insulinorequirente, no insulinodependiente): se caracteriza por resistencia a la insulina, la hormona no efectúa adecuadamente su función. Es más frecuente en los gatos machos adultos, viejos o castrados.

* Secundaria: está asociada a otros trastornos, por producción o administración de sustancias que obstaculizan a la hormona insulina.

En los perros la diabetes se presenta algo distinta que en los gatos. En ellos es análoga a la de las personas, porque poseen numerosos factores predisponentes y padecen principalmente la diabetes tipo 2.

Una vez revelada la diabetes en la mascota (perro o gato), es importante admitir que continuará siendo diabética de por vida. Sus dueños deberán asumir con tolerancia los cuidados, ya que son los mismos que tenemos con una persona que padece la enfermedad.

Al igual que en los seres humanos, el tratamiento requiere de diagnósticos adecuados, medición de la glucemia, el tipo de insulina, dosis que se va a administrar y controles médicos habituales. Es único para cada paciente y está compuesto de tres bases: dieta, ejercicio y medicación.

Resulta significativo destacar que un porcentaje importante de  gatos dejan de necesitar la medicación al cabo de un tiempo. Logran ser tratados con dieta y/u otro tipo de medicación.

La mejor opción es seguir estrechamente las indicaciones médicas veterinarias. La dieta debe ser alta en fibras y proteínas, y baja en grasas y calorías, sobre todo si el animal es obeso. 

La clave: ¡estar atentas!

«Cuanto más temprano se diagnostique y se realice el tratamiento, mejor será el pronóstico de vida del animal, dado que la finalidad del tratamiento es permitir una vida estable y en buenas condiciones. Es importante estar atentas a los comportamientos de nuestras mascotas y realizarles controles constantes», concluye la doctora Schiaffino.


Fuente: entremujeres.com

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