Nací en Sabaneta, quizás el municipio más pujante de Antioquia, un rincón de ensueño, ubicado en el sur del Valle del Aburrá, habitado por gente buena, trabajadora y feliz.

Desde niño he sentido a Sabaneta como un sentimiento que se lleva en el corazón, y no es para más, el municipio creció con nosotros y nuestros sueños y retos adquirieron la misma dimensión de sus edificios.

Sabaneta nos ha invitado a ser grandes, a buscar la transformación del territorio a través de la participación, a preocuparnos por el futuro de nuestra tierra y por la calidad de vida de los nuestros.

No podía finalizar el mes de septiembre, sin enviar un abrazo de amor y amistad a todo el pueblo sabaneteño, expresarles que estoy comprometido con la tradición y el desarrollo de nuestra localidad y que mi nombre siempre está dispuesto para trabajar por todos mis hermanos.

Conocemos los grandes retos que tenemos, pero debemos llegar unidos a la batalla, unirnos es nuestro gran reto, unirnos en favor de las buenas ideas, de liderazgos honestos y sensibles con el territorio.

El sentimiento de amor por nuestro municipio debe convertirse en un acto de compromiso, en un gesto de servicio que nos lleve a todos a participar de la transformación organizada del territorio.

Sabaneta es nuestra casa, un gran símbolo de orgullo para todos los que hemos nacido en esta bella tierra, es entonces necesario que todas nuestras fuerzas se unan para lograr un desarrollo pleno de toda su gente.

Que la alegría que se siente en nuestro parque principal llegue a todas las calles del pueblo, que el sentimiento de orgullo que nos une nos invite a trabajar unidos.

Sabaneteños, como hermanos, concentrémonos en lo que nos une, no en lo que nos divide. Feliz mes del amor y la amistad.

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Redacción Minuto30

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