El gobierno viene socializando la reforma pensional, una de su reformas más importantes y transformadores. Importante porque plantea fortalecer el sistema público de pensiones para así asegurar -en el mediano y largo plazo- que más colombianos puedan acceder a una pensión digna, a la vez que se liberan billones del Presupuesto General de la Nación -que anualmente se destinan al pago de pensiones- para avanzar en una medida transformadora: un bono pensional de medio salario mínimo que se le otorgará a tres millones de ancianos y a medio millón de madres cabeza de hogar.

Aunque en esta columna me quisiera enfocar un aspecto que no puede pasar de agache en la discusión de la reforma: la importancia de dignificar a los actuales pensionados.

Pensando en ello, el pasado 20 de febrero le envié una carta abierta al presidente Petro para que reconsidere, en el articulado del Plan Nacional de Desarrollo, la disminución del aporte a salud por parte de los pensionados que devengan entre uno y cuatro salarios mínimos, así como la creación de un régimen de progresividad -entre los años 2023 y 2024- que permita que, al concluir el gobierno del Cambio, el aporte se reduzca del 12 al 4%

De la mano de diferentes organizaciones de pensionados, y con la convicción de respaldar las transformaciones sociales, estoy estudiando y socializando las bases y el articulado del Plan Nacional de Desarrollo, Colombia Potencia Mundial de la Vida. Este plan, construido de la mano de las comunidades en los 52 Diálogos Regionales Vinculantes, trazará la hoja de ruta para los próximos cuatro años. De ahí que su pronta discusión en el Congreso deba ser rodeada y acompañada por la ciudadanía.

En ese sentido, y con un ánimo constructivo y propositivo, considero que el artículo 62 que plantea reducir del 12% al 10% el aporte a salud a cargo de los pensionados que devengan entre dos y tres salarios mínimos es un paso importante; sin embargo, el porcentaje resulta siendo bastante corto y por eso, en la carta abierta al presidente -que contó con el respaldo de varias organizaciones de pensionados- sugerí su reconsideración durante el trámite en el Congreso.

En perspectiva de promover una mayor equidad con los pensionados que devengan entre uno y cuatro salarios mínimos -ya que la reducción del 12 al 10% es mínima para avanzar en su dignificación- le he propuesto al presidente Petro, a la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, y al director del Departamento Nacional de Planeación, Jorge Iván González, acordar un régimen de progresividad que permita que para el año 2026 el aporte se reduzca al 4%.

Comprendiendo que los pensionados son una población de especial protección, el gobierno Nacional debe priorizar políticas diferenciales que atiendan integralmente sus necesidades. Reducir su aporte a salud hasta llegar al 4% -en un periodo de tres años-, no solo garantizaría un mayor principio de equidad, sino que profundizaría la solidaridad con una población que viene apoyando la agenda social y las transformaciones del Gobierno del Cambio.

El pasado 7 de marzo Laura Sarabia, jefe del Despacho Presidencial, en respuesta escrita, me confirmo que la propuesta se encuentra en estudio y consideración. Reitero la invitación al presidente para que considere ese régimen de progresividad como una medida que pone en el centro de la política social la calidad de vida de una población que amerita de especial protección y que no atenta contra la sostenibilidad fiscal del país.

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Redacción Minuto30

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