Asistimos a escuchar en emisoras los análisis de variados invitados del tema que para muchos es el pan de cada día. En algunas mesas de cabina de radio, asisten regularmente extraordinarios y fecundos analistas que colocan a prueba, el pulso vibrante de la ciencia política, en fragmentos de comentarios que parten de una pregunta de moderador experto, que en muchos casos son presentadores de noticias. No es un critica, ni mucho menos es una sugerencia, pero muchos de los que opinan ocupan un lugar en las columnas de opinión semanal de los periódicos de mayor circulación.

Entiéndaseme bien: para ser analista político hay que tener mucha pasión, sin emoción, por el país que conocemos y contextualizamos, muchas veces en sus opiniones adoptan giros y rituales, costumbres exóticas, luchas en ocasiones incompresibles y hasta habitan allí seres humanos que con sus opiniones hacen que no perdamos el rumbo de un país que surge cada campaña electoral, olvidando siempre su pasado y sin tenerlo presente para sus análisis.

Para ganar en claridad, hago una salvedad, siempre se debe establecer la distinción entre “estudios políticos” y “práctica política”, la una se refiere al campo autónomo del conocimiento referenciado desde la filosofía y el cruce de muchas ciencias sociales como la historia y la geografía, la segunda, hace referencia a los diseños de campañas electorales, a los mecanismos de buscar el voto del ciudadano y a promover un candidato con su programa de gobierno.

La ciencia política es demasiado joven en comparación con otras disciplinas sociales como la sociología, trabajo social y antropología. Las universidades públicas y privadas y en especial la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP) han venido trabajando en el apoyo a la investigación y se han creado centros de investigación, como también algunos posgrados en las modalidades de especialización y maestrías. Es importante señalar, quienes han intervenido han posibilitado consolidar el desarrollo profesional de los pocos analistas formados para el estudio político y no para la práctica política.

Un resultado reciente es la acogida que han tenido los espacios radiales y los informes de periódicos analizando las tensiones generales que genera el proceso político de los últimos 16 años en Colombia. Capítulo aparte merece el análisis que hacen del Estado y la política Colombiana, algunos teóricos que no siempre son profesores y muchos analistas que no son dedicados a la docencia. Por último, las reflexiones políticas se nutren a diario de lo que acontece en todos los países de la esfera geográfica, buscando con ello formar y educar en la ciudadanía.

Author Signature
Redacción Minuto30

Lo que leas hoy en Minuto30... Mañana será noticia.

  • Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio

    Más Salud. Alergia a las mascotas