El Plan Cauca avanza

Erróneamente se le atribuye a la excanciller de Alemania, Angela Merkel, esa frase que dice: “Los presidentes no heredan problemas. Se supone que los conocen de antemano, por eso se hacen elegir para gobernar con el propósito de corregir esos problemas, culpar a los predecesores es una salida fácil y mediocre”. Quien sea su autor, no conoce muy bien el contexto latinoamericano, pues es claro que en nuestro ámbito sociocultural, político y económico, sí se heredan los problemas. Al menos eso ocurre en un gobierno responsable, como el del Presidente Iván Duque.

Gobernar en un país como Colombia (en cualquiera de los países latinoamericanos, creo yo), no es cosa fácil; supone heredar sus problemas, muchos de ellos, con más de 100 años. Uno, por ejemplo, es el de la violencia. La diferencia es que algunos gobiernos heredan estos problemas y los atacan con decisión institucional, con la fuerza del Estado y el amor por sus conciudadanos. Y podemos decir que tal o cual gobierno es responsable, en la medida que no culpe a los predecesores, echando mano de “una salida fácil y mediocre”.

Si hay un gobierno en América Latina, que ha atacado el fenómeno de la violencia, ese es el gobierno del Presidente Iván Duque. En ningún escenario hemos salido a decir que es un problema heredado y sin doliente. Es un problema sucesorio que hemos atacado como si fuera exclusivo de este gobierno, porque sabemos que la paz es un derecho de los ciudadanos y un deber del Estado, tal y como se contempla en el Artículo 3º. “Del derecho fundamental a la paz”. De conformidad con el artículo 22 de la Constitución Política de Colombia.

Enfrentando con decisión la violencia en el Cauca, estamos cosechando frutos. El Plan Cauca avanza día a día, y es un hito histórico en materia de presencia del Estado, nada comparable con gobierno alguno. El Gobierno Nacional, en cabeza del presidente Iván Duque Márquez y nuestra Oficina del Alto Comisionado para la Paz, viene ejecutando el Plan Cauca, Cauca con Legalidad, estrategia integral que está llevando progreso e intervenciones puntuales y de primera necesidad para el departamento y sus habitantes, con una inversión de $152.766.096.763.

Para esta presencia histórica, el Gobierno Nacional diseñó una estrategia de intervención social integral, para lo cual se realizaron sesiones con diferentes autoridades nacionales e internacionales y plataformas de derechos humanos, con el fin de formular proyectos y planes con el conocimiento de las autoridades locales, donde confluyeron ejes, como: Generación de oportunidades: proyectos productivos; Legalidad, convivencia y diálogo; Equidad; Fortalecimiento institucional; Infraestructura: vial, social y comunitaria.

Igualmente se concluyó que se requería mayor construcción de confianza con los grupos étnicos, líderes sociales y empresas productivas, para fortalecer la articulación interinstitucional por medio del diálogo social y construir proyectos a corto, mediano y largo plazo, con la gestión de mecanismos alternativos de financiación.

Paralelo a ello, el trabajo articulado del Ejército Nacional, la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación, junto con el acompañamiento del Instituto de Bienestar Familiar de Colombia, Icbf, y la Defensoría del Pueblo, ha permitido generar un espacio de oportunidades y nueva vida para personas que delinquen.

Satisface ver que cada día crece el número de personas que felizmente eligieron dejar el crimen y empezaron a caminar La Ruta de la Legalidad (Decreto 965 de sometimiento para integrantes GAO-R), que es el camino a la paz, y que comienza al comunicarse con la línea 320 222 66 78, dispuesta por el Gobierno Nacional para atender al desmovilizado, sea este de las disidencias de la Farc, el ELN o las GAO-R. Esta Ruta es una puerta abierta; es una nueva oportunidad de vida; una nueva oportunidad para soñar en familia.

Los testimonios dan cuenta de lo bien que los han tratado en esta Ruta de la Legalidad, y donde ellos me han manifestado que tomaron la mejor decisión de sus vidas. A propósito, es importante aclarar que para los violentos hay tres caminos: el primero, que sean sometidos; el segundo, que sean capturados; y este tercero, la Ruta de la Legalidad.

Los actos de violencia y los sonoros enfrentamientos entre ilegales, nos está diciendo que quieren ocultar el accionar de este Gobierno en la comunidad, y en la vida de todos los caucanos. Aquí debo recordar a nuestro Hidalgo, el caballero de La Mancha: “Señor, están ladrando los perros”, decía Sancho. A lo que respondía don Quijote: “señal de que estamos cabalgando, amigo Sancho”.

Alto Comisionado para la Paz; Consejero para la Seguridad Nacional de Colombia