Jim McCants es un estadounidense que tomaba suplementos alimenticios con extracto de té verde, hasta que fue diagnosticado con cirrosis hepática hace 4 años.

El hombre le contó a la BBC que su papá murió cuando tenía 59 años a causa de un ataque al corazón, por lo que, cuando llegó a los 59, quiso comenzar a cuidar su salud, alimentándose bien y haciendo de porte.

Jim también tomaba todos los días un sumplemento que parecía inofensivo. Extracto de té verde en cápsulas.

Según los fabricantes del producto, este ayudaba a prevenir el cáncer, perder peso y fortalecer el corazón.

Tras unos meses de consumirlo, el hombre se sintió mal y fue trasladado de emergencia al hospital, bajo la sospecha de estar padeciendo de una cirrosis hepática.

Como el estadounidense no bebía ni fumaba, no tampoco tomaba medicamentos con efectos secundarios graves, la conclusión fue que la causa más probable de su dolencia fue el suplemento.

Los especialistas destacaron que Jim necesitaba un trasplante de hígado, urgente, y le advirtieron que la operación no podía esperar.

Por suerte un donante fue hallado al siguiente día.

Años más tarde, McCants sufre una enfermedad renal y dolor en el abdomen de manera crónica.

«Mi vida antes era bastante activa. Y ahora tengo un estilo de vida mucho más sedentario y estoy luchando con la fatiga», se lamentó el hombre.


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