Aunque siempre serán buenas las noticias  sobre liberación de secuestrados(as), este tiempo de fiestas navideñas y fin de año, hace que esta promesa de liberación sea más especial y anhelada.

Por: Eliana Katherine Gómez Mejía

Cuantas navidades, fin de año, cumpleaños, aniversarios, en fin, cantidad de fechas especiales, pasan quienes vilmente han sido privados del tesoro más grande del  ser humano, la libertad, mujeres y hombres que por circunstancias de la vida terminaron inmersas(os) como prendas de garantía de una lucha sin principios, de una lucha sin fundamento que se ha ido convirtiendo paulatinamente en un show mediático.

Con el devenir de los años, quienes decidieron el camino de las armas deberían comprender que ese es un camino equivocado, que lo único que ha traído es tristeza, desolación, angustia, miedo, pobreza y miseria.

A hoy no existe un ideal de Robín Hood que le “quite” a los ricos, para “darle” a los más pobres; una lucha que supuestamente nació por la reivindicación de la clase menos favorecida, siempre ha sido el más terrible de los temores de la sociedad, la violencia no paga!

La lucha por el respeto, la vida, la dignidad humana, la igualdad de oportunidades, la justicia social y la distribución del ingreso,  no puede darse desde una montaña agobiando a los conciudadanos, a los vecinos, a los amigos, y menos involucrando sangres inocentes de niños que  apenas están descubriendo que es la vida.

Los violentos deben entender que ya es el tiempo de la reconciliación, que después de tanto tiempo de subversión no llegarán a nada bueno,  que el narcotráfico hace que nuestros pueblos sean más pobres e ignorantes,  hace que nuestros campesinos no cultiven  las leguminosas y las verduras, lo que hace que nuestros campos no sean productivos, haya migración a las urbes, y como consecuencia de ello, menos desarrollo, mas atraso social, menos equidad y menos justicia.

Quienes vuelven indigno al ser humano colocándole cadenas, y volviéndolo esclavo de la selva, no puede pregonar la paz, quienes matan a los niños y los utilizan no pueden decir que están a favor de la paz, quienes asedian a la población, ponen bombas,  hacen atentados terroristas y vulneran los derechos humanos, están muy lejos de ser verdaderos voceros de la paz y el pueblo colombiano.

Es hora de la paz, es hora del fin del conflicto, es hora de la libertad, es hora de la reconciliación, Colombia entera aclama que esto suceda, esa franja amarilla inerte, se cansó y se ha hecho presente, la indignación no puede crecer más, debemos sentirnos orgullosos de que se encontró un camino por la vía del dialogo y que los violentos dejaran sus armas y las cambiaran por una profesión, un arte; que es iluso, lo sé, utópico, aún mas, pero que sería de ser humano sin los sueños, sería como estar muerto en vida.

Dios quiera y la promesa de libertad se cumpla y estas personas puedan volver a su vida civil, y Colombia sea un país en el que se pueda vivir en paz!! elianagomez14@gmail.com

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Redacción Minuto30

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