¿Parias otra vez?

No pude aguantarme, mencionaré la delincuente de la semana buscando no extenderme en el asunto puesto que me angustia mucho más lo que está sucediendo con la JEP., y lo que se nos puede venir de inmediato si no ponemos cortapisa al deseo de esos magistrados que, en aras de consecución de poder sobre lo divino y lo humano, pretenden extender su jurisdicción hacia todo lo que tenga que ver con las acciones delictivas que hagan sus protegidos y los familiares de estos.

El narcotraficante de marras es el primero de los jefes que cae en una trampa infantil instalada por la DEA para demostrar lo que todos sabíamos y, sin lugar a dudas, fue una de las razones para el triunfo del NO.

Estos individuos son unos delincuentes que por el hecho de firmar un papel no dejarán de serlo y continuarán con sus andanzas a como dé lugar. La naturaleza humana es predictiva y cuando se está acostumbrado a una vida de excesos no se puede pretender que, de no mediar una decisión individual muy profunda, esa manera de vivir se abandone con la firma de un compromiso grupal. Ellos todos son delincuentes seriales y sicóticos que disfrutan del riesgo y ese placer los acompañará indeleblemente.

No creo que sea el único de ese cartel que esté inmerso en este tipo de acciones delictivas con posterioridad a la firma del Colón y debemos estar atentos a nuevas capturas como, según algunas redes sociales, lo adelantó el Tío de uno de los capturados. “Ya vienen por mí”.

Es conveniente que pongan sus barbas a remojar. Ese consejo es bueno que lo apliquen aquellos que se han lucrado con este acuerdo puesto que paulatinamente se está comprobando que lo que hubo en esa componenda, no fue un desarme ni abandono de las actividades delictivas, por el contrario se evidencia que estas últimas siguen activas y lo del desarme fue una pantomima puesto que el brazo armado llamado disidencia, se quedó con las armas, rutas y negocios que supuestamente abandonaron los jubilados.

En cuanto a la JEP es muy diciente que una vez capturado venga el abogado extranjero de apellido igual al de un comandante de las Farc., a expresar sin tapujos que ese caso es para enviarlo a ese tribunal de absoluciones que se montaron para proteger a los narcoterroristas, cuando ese acuerdo establece una fecha límite en los delitos para que sean de su conocimiento.

1 de diciembre de 2016 era la fecha de corte y si las pruebas muestran delitos posteriores automáticamente perdería el beneficio de ser juzgado por sus pares, paro como estamos en el país de la estupidez jurídica los despreciables magistrados de la CSJ., deciden que antes de extraditarlo, debe la JEP manifestarse que las fechas les impiden abocar el conocimiento del asunto. Lema que mantiene la justicia en Colombia: Impunidad antes que nada.

El espurio no tiene capacidad de tomar decisiones que lo comprometan o dejen en evidencia lo torcido del acuerdo que impuso contrariando la voluntad popular expresada el 2 de octubre de 2016 y consecuente con ello buscará que la extradición a la que es merecedor en compañía de todos los que de una u otra forma son parte del negocio narcoterrorista, la defina Iván Duque el próximo presidente de Colombia elegido en primera vuelta.
Con la dilación tendrá contentos a sus amiguis y se evitará quedarles mal.

Son muy malos augurios los que muestran el rumbo que está tomando este caso pues con el santanderismo que nos caracteriza, es muy factible que esos señores integrantes del tribunal pro narcoterrorismo empiecen a cuestionar las fechas de los hechos y se peguen de cualquier detalle para refutar lo que es incontrovertible. Estamos en el mundo en donde el delincuente tiene todos los derechos y quien actúa en defensa propia es el destinado a pagar condena.

Regresamos a la época del ELFANTE y, como van las cosas, tendremos muy pronto al espurio y a muchos miembros de su gabinete en el mismo estado del señor de “a mis espaldas”, sin Visa para acceder a USA.

Qué vergüenza autoinflingida ya que no tuvimos los arrestos para ejecutar las acciones necesarias para imponer lo que en democracia ganamos: la presidencia de Oscar Iván Zuluaga y el NO del plebiscito. Nos robaron eso y nos quedamos quietos en aras de respetar unas instituciones que este individuo llevó a su más baja legitimidad. Acabó con la justicia, la fiscalía la procuraduría, la contraloría y todo para mantenerse en el poder y buscar la manera de favorecer a sus compinches por medio de un tribunal amañado y carente de toda legitimidad real.

En conclusión. La JEP nos pondrá en el ojo del huracán y muy posiblemente regresaremos a ser los parias de la humanidad de los tiempos del señor Samper, al impedir que con base en los acuerdo internacionales que suscribimos los asesinos de lesa humanidad que pululan en las filas narcoterroristas, sean juzgados por quienes deben hacerlo. Ellos querrán protegerlos y se buscarán la manera para cobijarlos con sus leguleyadas.