Octubre es el mes en el cual conmemoramos el día mundial de los animales, una fecha que aún no es tan reconocida, pero que sirve como un recordatorio de la existencia de estos nobles seres que ocupan un lugar preponderante en el orbe, como cohabitantes con nosotros, compartiendo espacio, recursos y todo aquello que emana de la querida Pacha Mamma.

Cada que llega esta fecha, en Medellín salimos a marchar como desde hace doce años buscando fortalecer el ideal común que nos congrega: la dignificación de los derechos de los animales. Una voz al unísono se escucha en las calles: ¡Somos la voz de los que no tienen Voz!, ¡Tortura, tortura, no es arte ni cultura!; Somos muchos los animales no humanos que acompañamos este llamado cada año, en nuestra responsabilidad de ser su voz, la voz de aquellos que no tienen voz; nuestro objetivo, lograr el anhelado momento donde la realidad cambie para estos nobles seres a los que hemos enajenado y sometido, en pos del homocentrismo

A quienes nos conduele el sufrimiento de los animales, no podemos hacernos los de la vista gorda ante tantas acciones cruentas que el humano infringe contra ellos y solo para nombrar un escalofriante ejemplo, en este momento en aguas internacionales, se moviliza un terrible holocausto; desde el Mamonal en Cartagena, hace algunos días partió un buque rumbo a Irak, con más de 21 mil cabezas de ganado de pie; estos son transportados para ser objeto de consumo, aumentando las arcas de los comerciantes que con avidez y ausencia de conmiseración se lucran de ellos, a la par que estas reces se consumen en vida presas del miedo, del calor, de la aglomeración, de la suciedad y cuantas otras situaciones puedan vivirse en esos terroríficos buques. La crueldad humana, no conoce límites.

En nombre de estas 21 mil vidas y las muchas otras que diariamente padecen la tortura, el maltrato, la indiferencia y el abandono por parte de los seres humanos; cada año, cual si fuera un pacto de hermandad, los grupos defensores de animales generamos un compromiso, por ellos. Un manifiesto que se constituye en nuestra petición a la sociedad, proclamada por el colectivo de defensa animal de la ciudad que agrupa a un grueso de los grupos defensores y a través del cual queremos ratificar nuestra presencia activa por ellos, por los animales, buscando la llegada de un futuro mejor para todos, los animales humanos y no humanos.

Hoy, quiero hacerles partícipe de ese manifiesto y los invito a no acallar sus voces y fortalecer aún más esta labor que con ahínco hacemos por los animales que aún necesitan de mucho apoyo y de más voces cantantes que se encarguen de reforzar sus derechos.

Por el fin del maltrato hacia los animales:

“Confiamos y tenemos esperanza en un futuro diferente, donde acortemos la brecha que separa animales humanos y no humanos, donde los dotemos de su natural derecho a vivir dignamente, sin excepciones, condiciones o excusas. Nos alegramos porque creemos que cada día somos más quienes los defendemos, no obstante, siguen millones de atropellos hacia ellos, por eso, nuestras voces juntas deben ser escuchadas y aunque somos un movimiento diverso, es importante que trabajemos en lo que nos une, reconociendo que en el centro debe estar la causa de la liberación animal.

En Medellín, marchamos desde hace 12 años en el marco del Día Mundial de los Animales, pero hoy es diferente ¡tenemos algo que celebrar! este año no se realizó la feria taurina de Medellín, gracias a la venta del 51 por ciento de las acciones del Centro de espectáculos La Macarena, acciones que pertenecían a San Vicente Fundación y fueron compradas por la empresa de D’groupe, que escuchando el clamor de activistas por los animales, decidieron no alquilar la plaza en su derecho como accionistas mayoritarios y empresa privada, este precedente puede ser la razón por la cual las corridas de toros no vuelvan a Medellín y servir de inspiración para otras ciudades de Colombia donde todavía se realiza este cruel evento.

Nuestra ciudad se ha empoderado poco a poco en la lucha contra el maltrato animal, materializando acciones como impulsar la prohibición de las sangrientas marranadas en las calles, ser la primera ciudad capital en erradicar los vehículos de tracción animal, tener unidades móviles de esterilización con alcance metropolitano, lograr convertir nuestro centro de bienestar animal en el mejor de Latinoamérica, frenar la cabalgata de la Feria de las Flores desde hace 5 años, entre otros, y este año además rompimos una de las tradiciones más crueles, no se organizó la Feria Taurina, enviando un mensaje de esperanza a la cancelación definitiva de esta práctica en todo el país.

Todos estos importantes logros que se gestaron en el clamor popular y obtuvieron eco en la voluntad política, son la base para que hoy podamos decir con orgullo que somos la ciudad pionera de Colombia en el respeto a la vida animal y ejemplo a seguir por nuestros programas de atención, rescate y rehabilitación de animales de diferentes especies, además, somos la prueba fehaciente de que con educación, amor y voluntad se pueden lograr grandes cambios, uno de ellos, la ampliación de la oferta gastronómica vegana y vegetariana en toda la ciudad, la cantidad de personas que sacan la carne de su plato y otros productos de origen animal ha aumentado significamente, asunto impensable algunos años atrás.

Al recorrer las calles de Medellín, se evidencia que amamos más a los animales, tanto que hemos ido configurando el término familia multiespecie, el animal de compañía es un miembro importante dentro de ella, los perros y gatos criollos son ahora los protagonistas de los paseos dominicales, esta ciudadanía sensible ya no aplaude espectáculos crueles como las corridas, galleras o cabalgatas, lo cual es una clara muestra de la evolución de consciencia en nuestra región.

No queremos dar un solo paso atrás, pues esto implicaría perder el trabajo educativo de años, un retroceso que en estos tiempos donde la violencia se apodera de cada espacio, no debe permitirse. Por esto solicitamos un compromiso serio de los candidatos a la alcadía de Medellín, quienes firmaron con su puño y letra que no permitirán el regreso de la Feria Taurina y la Cabalgata a nuestra ciudad, dieron su palabra y esta será nuestra garantía, sin embargo, estemos alertas, elijamos bien, alcalde, gobernador, concejales y diputados, elijamos personas serias y con propuestas reales que mejoren las condiciones de vida de los animales, pensemos también en el planeta que necesitan para sobrevivir, los humanos no somos los únicos afectados por la crisis ambiental.

En el contexto colombiano podemos decir que, pollos, cerdos, peces y vacas, son criados por millones para satisfacer el paladar de quienes aún los consumen, su vida es miserable, corta, y su muerte dolorosa. En Cartagena aún transitan carruajes halados por caballos maltratados, en varios municipios continúan las corralejas como fiesta municipal, práctica que deja no sólo víctimas animales sino también humanas,  las galleras y el coleo supuestas tradiciones culturales parecen nunca acabar, y la sobrepoblación de perros y gatos que viven en condiciones deplorables en cientos de lugares en Colombia, aún es excesiva.

En los últimos años hemos alcanzado el pico más alto de deforestación en la Amazonía, a lo cual se le suman las llamas voraces que arrasan todo a su paso y que dejan grandes beneficios para la industria ganadera, con la consecuente muerte y desplazamiento de miles de animales silvestres, quienes viven también en las ciudades pero son invisibilizados por unos y traficados por otros, y por si fuera poco, miles de animales siguen siendo víctimas silenciosas de diversos y crueles experimentos en laboratorios de universidades y empresas que apoyamos con nuestro consumo o nuestra indiferencia.

Y frente a todo esto, es evidente el paso lento y poco decidido del Gobierno Nacional, sin embargo, reconocemos que Colombia ha avanzado en leyes que protegen a los animales, por fin, desde el año 2016 los reconoce como seres sintientes con la Ley 1774, pero aún la justicia no llega para los maltratadores que siguen impunes aún cuando han cometido delitos atroces contra otros seres vivos.

Confiamos en que la ciudadanía tomará las mejores decisiones en las elecciones del próximo 27 de octubre, los animales se han puesto en las agendas públicas y en las propuestas de diversos candidatos, podemos elegir bien y exigir el cumplimiento de las promesas que nos hagan.

Hoy, marchamos por ellos, por quienes bajo el yugo de la humanidad, tienen que vivir en esclavitud. Nuestra lucha que hace unas pocas décadas inició con unos cuantos, hoy cuenta con cientos de activistas que seguiremos dando nuestra voz, nuestra vida y nuestro corazón por ellos. Hagamos uso de la razón espiritual de la empatía, escuchemos nuestra conciencia y nuestra naturaleza compasiva”.

*Manifiesto autoría del Colectivo de defensa animal de Medellín

Fundación O.R.C.A
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Redacción Minuto30

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