Recientemente, la capital de nuestra nación fue consternada por una explosión en el exclusivo Centro Comercial Andino, un violento y lastimoso acontecimiento que paralizó por completo a los habitantes de la metrópolis. Dicho hecho acabó con la vida de 3 personas y resultó con un saldo de más de 10 heridos; una total catástrofe. A pesar de que todas las vidas perdidas son igual de valiosas, en especial, éste atentado será recordado por el fallecimiento de una ciudadana francesa que se encontraba realizando labores sociales en una institución educativa popular de la ciudad, tal cual como lo afirmó el alcalde Enrique Peñalosa el mismo día de los hechos.

Sin embargo, el recinto comercial cercano a la zona de rumba capitalina no ha sido el único afectado durante el presente año. Tal cual como la Fiscalía lo afirmó, el mismo tipo de explosivo utilizado en Andino había sido recurrido anteriormente por los terroristas que han intimidado al país en los últimos meses. Uno de los más recordados, ocurrió a inicios del presente año, en la Plaza de Toros La Santamaría; dicha explosión hirió a 19 personas además de acabar con la vida de un policía, el acto se lo atribuyó el ELN.

El visionario alcalde Enrique Peñalosa, después de arduos días de investigación por parte de la Fiscalía junto con un equipo especializado de la Policía Nacional, declaró días después del atentado que “Fue una bomba diseñada para matar”. Estas profundas palabras del alcalde dan a entender los resultados de la labor investigativa; cuyo resultado fueron 8 capturados, presuntos miembros del MRP (Movimiento Revolucionario del Pueblo).

De estas capturas se espera veracidad y eficacia en los tribunales, se espera que no sean un “falso-positivo” por parte del arrodillado gobierno Santos para calmar las aguas y darle pan en la boca a los medios días después de un bélico hecho.

Es preocupante la polarización que este hecho generó en los colombianos y es indignante que el terrorismo cumpliese su objetivo con el ataque en Bogotá: separar a nuestra nación, convertir en un cuadrilátero las redes sociales, además de general miles de ataques y afirmaciones, que llegaron a tal punto que se especuló que la persona responsable del atentado era una de las personas fallecidas. Muchos bogotanos están preocupados por la falta de seguridad en la ciudad; en ningún sitio se sienten a salvo. En el pensamiento común de los capitalinos es cada vez más frecuente afirmar que estamos volviendo a la época de Pablo Escobar sin saberlo, con infinidad de ataques a personas inocentes y con un gobierno que no es consciente de la magnitud del terrorismo.

Para concluir, sin duda alguna el terrorismo verdaderamente es la fuerza que se siente más que el estado; fragmentó al país, cuando en realidad el gobierno y las minorías en el poder se tenían que encargar de conducir a la sociedad a una tranquilidad y solidaridad colectiva; de resultado se obtuvo realmente una batalla campal en redes sociales. Definitivamente en épocas cercanas a las elecciones cualquier acontecimiento (así sea desgracia) funciona para hacer campaña, en nuestro país nunca se acaba el espacio para la politiquería.

@JuanJmnz1

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Redacción Minuto30

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