Desconozco si al momento de la publicación de esta columna, Hernán Darío “Bolillo” Gómez realmente dio o no un paso al costado como estratega del Deportivo Independiente Medellín.

Lo que realmente tengo claro indiferente de su decisión, es que el equipo dirigido por él no está jugando a nada y tanto los resultados como la misma ubicación en la tabla de posiciones de la Liga Betplay II así lo confirman y esto es lo que realmente le importa a su poderosa hinchada.

Estoy seguro que nadie desconoce la experiencia y conocimiento que tiene el timonel rojo no solo en el ámbito nacional sino internacional por ello el seguidor del “Rey de corazones” presenta un inconformismo en su dirección actual y más cuando escucha la frase lapidaria entre los mismos seguidores: “No se está jugando a nada”.

Como cabeza del equipo, “El Bolillo” está recibiendo todas las críticas de una afición que se emocionó en su momento por su llegada y más porque se estaba generando un proyecto a través de un líder como lo es este mundialista que prometía volver a su afición la alegría que tanto se merece, infortunadamente no está sucediendo como se esperaba.

Echarle toda el agua sucia a Hernán Darío es injusto y sin el ánimo de justificar su responsabilidad es evidente de igual manera que existen otros factores o personas que tienen igual o más culpa que el mismo director técnico.
Uno de estos responsables de lo que le viene sucediendo en las últimas temporadas al “Equipo del Pueblo”, es precisamente el “Embeleco de don Raúl” y su sobrino presidente. Una y otra vez manifestamos en esta columna que tanto el uno como el otro no saldrían con nada con la supuesta venta del equipo y la evidencia de tal situación se está presentando en estos momentos.

Ante la difícil situación en cuanto a resultados del ‘Decano’ saldrán nuevamente a decir que la venta del equipo sigue firme y que solo es cuestión de tiempo para concretarse lo cual se ha demostrado que no es así.
Pareciera que los mismos jugadores, habituales titulares del Deportivo Independiente Medellín, o están confundidos con lo que quiere precisar su técnico en la cancha o definitivamente presentan una actitud futbolística como para que nos lleve a pensar que no están jugando a nada.

Los referentes de la poderosa hinchada tampoco están jugando a nada, alentar al equipo en la cancha no es suficiente, sus gritos y consignas se deben trasladar a reclamarle a una nefasta dirigencia, a un mayor accionista y a todo se séquito de aduladores para que se larguen de una vez por todas del manejo que le están haciendo al Deportivo Independiente Medellín.

La solución tampoco está en la salida de Hernán Darío como su director, todos sabemos que pasa cuando este tipo de situaciones ocurren en el Medellín, ponen un técnico interino o sin vergüenza alguna al eterno “Tricardo” y el ciclo se repite una y otra vez porque a esto es a lo que juega el “Embeleco de don Raúl”, a engañar y mentir a una poderosa hinchada que no se merece su descaro.

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Redacción Minuto30

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