Cortesía

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Padres de un menor de 8 años llamado Jhoel denunciaron ante las autoridades que su hijo desapareció el pasado 14 de septiembre en la localidad de Cosnipata, departamento de La Paz, Bolivia, afirmando que fue raptado por mineros de la región y sepultado vivo en medio de un sacrificio a la deidad ‘El Tío’ para mejorar la producción de oro.

De acuerdo con la madre del menor su hijo fue enterrado vivo en un socavón como wuajt’acha o ofrenda.

Tras esta denuncia una comitiva conformada por representantes de dos ministerios, la Policía Boliviana y la Fiscalía se trasladó en caravana hasta la comunidad rural donde se cree que mineros sacrificaron al niño.

«No toleraremos más actos de violencia y sacrificio de niños. El Estado boliviano extremará recursos para evitar que estos hechos queden en la impunidad y para evitar que nunca más ocurra lo que presumiblemente ocurrió en Consnipata», agregó Arce.

EFE/Minuto30

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Redacción Minuto30

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