Vuelvo tras unos días en Buenos Aires con una reflexión de ese último viaje, una reflexión sobre política y poder. Argentina se ha convertido en punto de referencia para muchos líderes políticos especialmente en Latinoamérica, gracias a su presidente Mauricio Macri.

Me había llamado la atención la forma de comunicarse de Macri y no sólo de él, de todos quienes lo rodean. Cambiemos, la coalición de movimientos políticos que llevaron a Mauricio al poder, hoy son ejemplo de innovación, renovación y cambio, tal vez porque entendieron como pocos que el centro de todo es la gente.

La cercanía que inspiran los líderes de Cambiemos generan una empatía inmediata, desde el presidente hasta figuras como María Eugenia Vidal actual gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, todos comparten una misma característica y es que se manifiestan como personas normales comunes y corrientes permitiendo que sus electores se relacionen con facilidad.

Estando en la capital argentina, me reuní con uno de los responsables detrás del éxito de Cambiemos, Federico Morales secretario de movilización y voluntariado del Pro, con quien mantuve una conversación que hasta el día de hoy me tiene pensando. Me dijo “nosotros no necesitamos grandes líderes salvadores, necesitamos personas normales, honestas y capacitadas”. En un continente donde el caudillismo y las figuras de grandes salvadores ha marcado la pauta de la historia, sus palabras no podían ser mas acertadas.

La gente está cansada de lo mismo, quieren cambios de la mano de personas normales, que puedan entender los problemas locales y del día a día. Personas a las cuales les pese un poco el poder, porque cuando se vive muy cómodo en él empiezan los problemas, personas que hagan su labor desde el corazón, cuya motivación no sea otra que la reivindicación de su patria y el futuro de su gente.

Las causas nos definen y como dijo Federico estamos en un punto donde hay mucho en juego, porque el fracaso de la democracia y principios como la libertad, solidaridad y justicia, en su caso de Argentina, y en el mío de Colombia, significaría el fin de un sueño que nos obliga a migrar de la tierra que nos vio crecer.

La política empieza a cambiar, desde el momento en que termina la herencia de las prácticas alejadas de la realidad y la gente, cambia cuando se renuevan los líderes, cambia cuando se involucra a la juventud y se rescatan las ideas, cambia cuando deja de ser un espacio para reivindicar vanidades individuales o cuando deja de ser la vertiente que acabe con la sed de poder de algunos. Hoy Argentina cuenta una historia de renacer que es ejemplo para el mundo y que nos da esperanzas de soñar que son posibles los cambios estructurales de la política en un país.

A esos argentinos maravillosos que me abrieron las puertas de su país, especialmente a Cambiemos y a Federico Morales, gracias totales por sus enseñanzas y por inspirar al que para mí es el mejor continente del mundo, Latinoamérica.

@AleRamirezPov

Author Signature
Redacción Minuto30

Lo que leas hoy en Minuto30... Mañana será noticia.

  • Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio