Rebecca Matthews-Johnson de Inglaterra se encontraba arreglando su jardín cuando de repente sintió una comezón en la parte baja de su rodilla y notó una pequeña roncha provocada por una araña, aunque al principio no le dio importancia dos días después se encontraba en el hospital con riesgo de perder la pierna o la vida.

Tras 72 horas tenía fiebre, escalofríos e hinchazón en la gran parte alrededor de la zona donde la pequeña herida se tornó negra y se hacía cada vez más grande.

“Solo fui al hospital cuando tuve el presentimiento de que iba a morir, era así de terrible”, declaró Rebecca a un medio local.

En el centro de salud fue atendida rápidamente luego de percatarse que tenía una temperatura de 40°C y un ritmo cardíaco de 122, con inicios de una infección bacteriana mayor y principios de sepsis, una enfermedad potencialmente mortal que ocurre cuando la reacción del cuerpo para combatir la infección también ataca sus propios órganos y tejidos.

Rebecca aseguró que una enfermera le comentó que si no hubiera ingresado en el momento que lo hizo el escenario podría haber sido peor.

Finalmente logró recuperarse por completo y aconsejó a las personas que se sientan enfermas a que “no se tomen su tiempo como lo hice yo, busquen atención médica rápidamente, no vale la pena el riesgo, me considero muy afortunada de estar con vida y de que no tuvieran que amputarme la pierna”.

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Redacción Minuto30

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