En el informe Financiero del metro de Medellín, año 2022, publicado por el Portal Medellín CómoVamos, se advierte en sus dos primeros párrafos:

“¿Qué está pasando hoy con el Metro de Medellín? El Metro de Medellín es la columna vertebral del sistema de transporte del Valle de Aburrá y uno de los elementos esenciales de ordenación del territorio metropolitano. El Metro financia gran parte de su operación con tarifas, y esta tarifa se ha destinado para financiar la operación del día a día, así como para ahorrar con el fin de reponer el material rodante (Medellín es la única ciudad que tiene un fondo de esas características).

La pandemia significó que se dejaran de recibir cerca de 800 mil millones de pesos y que el fondo de reposición (los ahorros) estén a punto de agotarse (el saldo a 2021 era de 47 mil millones cuando debió haber sido de 527 mil millones de pesos). La prioridad que tiene la ciudad frente al Sistema de Transporte Masivo es asegurar su sostenibilidad, que el Metro pueda terminar de pagar la modernización de los trenes que realiza en la actualidad y no quede en entredicho el necesario proceso de compra trenes y tranvías que debería empezar en 2025, pues de no hacerlo, esto significaría dejar de atender usuarios nuevos en el futuro en las líneas A y B, que hoy ya son muy llenas en horas pico.

Por otra parte, la Alcaldía de Medellín se está demorando para pagarle al Metro la plata que le corresponde a la Empresa para cubrir los déficits de la operación de Metroplús Línea 1 y 2 y Cuencas 3 y 6 (Sistemas tipo Transmilenio que son deficitarios en todo el país) lo que pondría en riesgo la operación de esos esas líneas y cuencas”.

Claramente se afirma que:

  1. “El Metro financia gran parte de su operación con tarifas, y esta tarifa se ha destinado para financiar la operación del día a día, así como para ahorrar con el fin de reponer el material rodante”.
  2. «La Alcaldía de Medellín se está demorando para pagarle al Metro la plata que le corresponde a la Empresa para cubrir los déficits de la operación de Metroplús Línea 1 y 2 y Cuencas 3 y 6 (Sistemas tipo Transmilenio que son deficitarios en todo el país) lo que pondría en riesgo la operación de esos esas líneas y cuencas”.

Y finalmente, en “Alternativas de solución a la crisis económica del Metro”, entre otras alternativas, plantea el informe:

  1. Que la Alcaldía de Medellín pague los 154 mil millones de pesos que le debe al Metro por la operación deficitaria de Metroplús (Línea 1 y 2) y de las cuencas 3 y 6.
  2. El Metro de Medellín debe poner la voz de alerta ante esta situación financiera, previniendo una situación de falta de recursos que pudiera afectar la operación y mantenimiento. Hay que recordar que en un día típico laboral en el Metro se realizan más de 860 mil viajes.
  3. El Metro de Medellín debe ampliar las fuentes de financiación de la operación del sistema de transporte público. Esto implica que el sistema no financie su operación exclusivamente a través del recaudo de tarifas, sino que debe diversificar sus fuentes de financiamiento asociadas a datos, recaudo y operaciones urbanas.

 

En general, del Informe Financiero 2022, se colige:

1) El Metro arrojó ingresos operacionales en 2022 por servicios de transporte (esto es producto de la tarifa) por valor de 670 mil millones de pesos.

2) Los costos operacionales ascienden a 581 mil millones de pesos. Esto es lo que la empresa requirió para llevar a cabo esa operación. Y sería lo que el Estado (municipio, departamento o nación en este caso) deberían haber trasladado al Metro si este operara de manera gratuita.

3) Fuera del rubro anterior deberían haber trasladado 63 mil millones correspondientes a los gastos de operación (gastos de administración y otros); además, 234 mil millones de gastos financieros para honrar la deuda con la nación y los bancos

4) Hay que tener en cuenta que a diciembre 31 de 2022 el Municipio de Medellín debe al Metro 143 mil millones por concepto del Fondo de estabilización  por la operación de Metroplús y la deuda con los concesionarios operadores de las rutas alimentadoras.

La conclusión es sencilla, clara y contundente. El Metro no puede ofrecer servicio gratis y a la alcaldía no la pueden montar en esta vergonzosa mentira.

Así las cosas, la prensa en general –y el Metro mismo- debe denunciar el atentado que se cuaja en la campaña de Juan Carlos Upegui, candidato a la alcaldía de Medellín, autodenominado candidato independiente, aunque todo el mundo sabe que es el ventrílocuo de Daniel Quintero. Este señor, en concierto con el otro candidato de Quintero a la gobernación de Antioquia por el mismo partido Independientes, Esteban Restrepo, que se promueve en gigantescas vallas como “sin Jefes”; es decir, haciendo el mandado, pero según él, no tiene jefes, le mienten a la ciudad.

Jamás me había encontrado con una mentira más grande, dicha sin vergüenza alguna y cero escrúpulos por candidato alguno, como la que suelta Juan Carlos Upegui, al prometer Metro gratis para Medellín, a sabiendas de que el sistema hoy se encuentra en una delicada situación financiera, precisamente porque la alcaldía de su patrón, Daniel Quintero, lo viene asfixiando mediante la negación sistemática de aportes.

En redes sociales, dice el mismo candidato: «voten por mí para cambiar a Medellín». Jamás había visto tanta bellacada por parte de un candidato ventrílocuo, cuando Quintero renunció sin terminar su compromiso con los electores, dejando sumida a la ciudad en la más profunda crisis social, política, económica, vial, y enfrentada a la clase empresarial, la misma que ha hecho grande e histórica a Medellín. ¿Voten por mí para cambiar a Medellín? ¿Les parece poco el cambio que le han dado, ustedes y Quintero, en 3 años y 9 meses, de ciudad pujante y rica a ciudad mendicante, sucia y sin futuro?

Señor Upegui: para la audacia de pregonar Metro gratis para Medellín, se necesita haber perdido el juicio, feriado cualquier poco amor por la verdad, por la ciudad, por sus gentes más humildes que son, en definitiva, las que más usan el metro.

Se necesita ser muy cínico,  mentiroso o imbécil, para pensar que los miles de usuarios que luchan día a día por subir al metro, ¡pagando!, casi que arriesgando sus bienes y su integridad física, crean semejante mitomanía.

Mentir es un arte, y es el arte de las mentes más abyectas y de los hombres sin corazón. Les recuerdo, señores “independientes”, que “un mentiroso compulsivo es una persona que distorsiona la realidad de manera reiterada y frecuente. Aunque al principio pueda tratarse de conseguir un beneficio personal inmediato –demandar atención, afecto, respeto o admiración de los demás, o evitar un castigo– hay un momento en el que el mentiroso compulsivo –o la mentirosa compulsiva– miente sin un motivo, lo hace por compulsión, sin ser muy consciente de por qué lo está haciendo”, y esto, la ciudad lo sabe.

Las personas con esta tendencia no se sienten cómodas diciendo la verdad, en cambio sí lo hacen mintiendo. Para este tipo de personas, que prometen Metro gratis, la sicología moderna suele utilizar el término “mentiroso patológico” o “mitomanía” (Antón Delbrueck, 1898), incluso algunos autores hablan de la “enfermedad de la mentira”.

¿Qué podemos esperar de un candidato que le dice semejante mentira a Medellín, si por alguna circunstancia llegare a ser alcalde de la ciudad? La situación horrorosa que hoy vive Medellín, es, en buena parte, la respuesta.

«No me crean tan bobo», decía Marañas, cuando pretendían engañarle.

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Redacción Minuto30

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