Medellín no es una ciudad para el peatón

Hay que reconocerlo: Medellín no es y tampoco ha sido una ciudad que beneficie a quien se moviliza a pie. Según la encuesta origen-destino de 2012, en la ciudad se realizan el 26.1% de los desplazamientos a pie; una cifra poco despreciable. En este orden de ideas, es el segundo medio escogido por los medellinenses para realizar sus desplazamientos, después del bus (26.6%).

En Medellín no existe una infraestructura adecuada para el peatón. Los andenes (si los hay), en su mayoría son estrechos o están plagados de obstáculos. En muchos sectores, especialmente en el centro de la ciudad, los andenes que deberían ser exclusivos para uso del peatón, las autoridades han permitido que se conviertan en un mercado persa donde la vía vehicular resulta convirtiéndose en el único lugar para transitar. Me preocupa además, que a pesar de la clara invasión de los andenes y el espacio público en general, se haya reconocido recientemente por parte del Secretario de Gobierno algo que todos suponíamos y es la corrupción que existe en Medellín en el manejo del espacio público. Menos esperanzas aún para el peatón, en esta ciudad carcomida por la informalidad en matrimonio con la corrupción. Esto debe cambiar.

No obstante, el problema para el peatón es más de fondo y su solución exige mucho compromiso por largos años de toda la sociedad ¿Por qué? Porque en Medellín no existe hoy la cultura ciudadana para que el peatón ocupe el lugar que se merece en la ciudad. La gente no entiende que en la pirámide del tráfico, el peatón ocupa el lugar más importante, por encima de la bicicleta, el transporte público, las motos y carros. Ni el peatón lo sabe ni los demás actores de la movilidad. Así que esto exige un trabajo de pedagogía al ciudadano bastante ambiciosa, el cual las últimas administraciones han hecho tímidamente sin lograr el objetivo.

Me duele ver al peatón teniendo que pasar una cebra corriendo por miedo de ser atropellado, me da grima ver a los vehículos obstaculizando el paso del peatón, observar a las motos que pasan rapidísimo por los cruces peatonales sin prestar atención poniendo en peligro la vida de todos. Amigo ciudadano, el peatón tiene siempre y en todo lugar la prioridad. En este aspecto, muchas ciudades del mundo nos llevan mucha ventaja en cuanto al respeto al peatón.

Pensemos que todos hemos sido peatones en algún momento y nos gustaría que se nos respetara. Pues tratemos de ponernos es su lugar cuando vayamos en nuestro vehículo y comencemos a cambiar esta penosa realidad. Dejemos de pensar de manera individual y tratemos de pensar en colectivo.

Medellín necesita más y mejores andenes, además de una mayor cultura ciudadana que entienda la importancia del peatón en la vía. Sin excusas, sí se puede. @PabloJlloVasco