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Una familia proveniente de Bogotá, reportó a las redes sociales de Minuto30 la desaparición de su perrita llamada ‘Samahy’ desde el viernes 8 de enero; fue en ese momento que inició la angustia de no saber de su paradero.

La familia de ‘Samahy’ la está buscando, ¡ayúdanos a encontrarla!

Relata que estaban dando un paseo por los alrededores de Calasanz en un vehículo particular, cuando la perrita aprovechó que su familia hizo una parada y en el preciso momento en el que abrieron la puerta corrió. Pese a su intento de alcanzarla, no fue posible. desde ese momento, comenzaron a pegar carteles por todo el sector y preguntar por ella pero nadie daba información.

Un mensaje que decía que alguien la había visto por un parque, hizo que en la noche del 9 de enero, la familia volvieran a reportar a la Policía el hecho. Casualmente, 20 minutos después, fueron las autoridades las que devolvieron la llamada anunciando que la habían encontrado.

El rescate

Una llovizna, cubría la madrugada del 10 de enero en el barrio Santa Lucía, las sirenas y los gritos de desespero de los rescatistas inundaban el lugar. Un entrenador de perros quien habría pasado por el sector momentos antes, había escuchado los ladridos de un perrito al rededor de un caño de este barrio, al acercarse, la reconoció, era ‘Samahy’, la perrita que buscaban en los carteles.

El joven, de inmediato intento cogerla, pero al acercarse, ella se asustó y huyó; cayó al caño y empezó una segunda odisea para el animalito.

En minutos llegaron Bomberos y Policías que emprendieron un rápido rescate. La perrita luchaba contra la corriente de la fría agua.

Según relatos, la mascota se sintió acorralada o quizá asustada y en su defensa intentó morder a los rescatistas, hasta que uno de ellos alcanzó a abrazarla. La perrita tuvo que ser sometida a reanimación, luego de ser diagnosticada con hipotermia.

El reencuentro

Andrea Buitrago, es la dueña de la mascota rescatada, relata que angustiada llegó en minutos al lugar del rescate y no tuvo palabras para describir lo que sintió, pues llegó justo en el momento en el que vio la perrita siendo reanimada.

Ella cuenta que en medio de su desespero empezó a llamarla hasta que la perrita reaccionó «ella es como mi hija, sentí alegría, lloré mucho, fue una emoción indescriptible y sobre todo cuando ella se me lanzó encima. Es un milagro que esté otra vez con nosotros».

La turista, en medio de sus lagrimas, agradeció a todos los que la ayudaron, «me voy con la mejor impresión de Medellín, sentí mucho apoyo, si esto hubiese sucedido en Bogotá no hubiese encontrado a mi perrita. Fue algo muy hermoso. Gracias».

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